Ya habían pasado dos semanas trabajando en la cafetería. Dos semanas entrando en el grupo de WhatsApp de mis compañeros de trabajo. Dos semanas acostumbrándome a la ciudad. Dos semanas intentando sobrevivir a Phoenix.
El sigue siendo muy misterioso, pero hemos mejorado. Él no resulto ser tan malo, por toda la primera semana me llevo a mi casa y yo le hablaba durante todo el viaje, sobre mi día y sobre libros. Él se perdía a la mitad de las cosas que decía seguramente. Nunca me decía nada y nunca me dijo que no me escuchara, pero supongo que se pierde mientras hablo, lo veo en su cara.
Yo estaba muy feliz con que me acompañara, le perdonaba todos los gritos que me hacía durante el día, pero todo volvió a como el primer día cuando me dijo, cito textualmente 'No soy tu maldito conductor Daylin, si quieres uno, vete a un bar o una fiesta y liga un poco'
Como si a mí me gustara salir de fiesta y beber.
Entonces logre ser exacta con todos mis autobuses. Tenía que ser la primera de salir del trabajo, si quería llegar a tomar mis autobuses, siempre los agarraba ya yéndose de la parada. La verdad esta última semana he hecho más ejercicio que en toda mi vida.
Hoy en día es viernes, mi día favorito de la semana porque era el último, además no venía casi nadie de mañana, siempre venían personas de tarde, el cual no es mi turno.
Mucha felicidad.
Cuando no había clientes, nos pasábamos en la cocina o en la sala, nos compartíamos stickers de Phoenix y nos burlábamos de él. Claramente que cuando el salía de su cueva, nos callábamos, era tan fácil reírse de él y a la vez tan difícil no tenerle miedo.
Mientras atendía a una señora mayor, sirviendo le un café, a la cafetería entro un chico con auriculares que parecía estar en otro mundo, me llamo la atención porque hizo demasiado ruido al entrar, incluso le derrame café encima a la señora.
-¡Cuanto lo siento!- grite suplicando disculpas. -No pasa nada querida, ese tipo está loco-me dijo la señora señalando al chico que ahora bailaba, vi a mis compañeros, todos lo veían con una cara de algo de todos los días.
Le di a la señora unas servilletas y me acerque a mis compañeros, los únicos clientes de esa tienda eran la señora y este loco.
-¿No deberíamos echarlo? o ¿decirle que deje de hacer eso?- pregunte al tan solo acercarme.
-Es Ryan, es su forma de ser- dijo Akemi como si fuera común tener a un tipo bailando como en un show de Broadway.
Mire primero al chico, confundida. Luego mire a mis compañeros, también confundida. Deseaba que alguien me explicara algo.
Akemi suspiro al ver mis expresiones de confusión. -Ryan es el mejor amigo de Phoenix- ¡ese es el mejor amigo de Phoenix!, parece el opuesto a Phoenix, acaso a él le gustaba la música siquiera.
-¿En serio?-me sentí un poco mal al decir eso. -Sí, el imbécil sin sentimientos tiene un mejor amigo- comentó Max.
-¿Y dónde está Phoenix?, él es uno de los pocos que pueden sacarlos de su mundo- dijo Marina revisando todo el local con sus ojos. Ahora que ella lo decía, tenía razón, ¿Dónde carajos estaba nuestro jefe?, ya hubiera salido al oír al loco que se creía que estaba en un concierto de Lady Gaga.
-Se fue hace una hora cuando todos ustedes estaban encerrados en la sala. Me comí todo el enojo por la culpa de mis queridos y serviciales compañeros- conto enojada Charlize.
-Ay Char, no es nuestra culpa, es la culpa de la pereza- respondió Max. -Si, échale la culpa al pecado capital-le contesto Charlize dándole un golpe ligero en la cabeza.
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Cercano y Distante (Terminada)
RomanceLuego de dos años de tedioso tratamiento. Decidí mudarme de mi ciudad natal a Seattle, parecía una buena idea, Paris mi mejor amiga vivía ahí y ya me había ayudado a encontrar un lindo apartamento. Lo que no me esperaba era encontrarlo a el. No se m...