-¡Feliz cumpleaños!-el jefe a penas reacciono a su fiesta sorpresa.
Era dos de marzo, el cumpleaños de Phoenix. Entonces entre los tres horarios le organizamos, una fiesta sorpresa. Ryan ayudo a escoger la música y Akemi lo ayudaba escuchando si era buena o no, así que decidía si se quedaba en la fiesta.
Tuvimos que llegar a las seis de la mañana, cuando finalizaba el turno de la noche. La idea era aprontar todo en las dos horas en las que la cafetería se mantenía cerrada, así luego sorprender a Phoenix a las ocho de la mañana.
Yo llegue diez minutos tarde, si casi la última en llegar, ya que el último en llegar había sido Ryan. Se justificó diciendo que no era un empleado, sino el hijo del jefe de nuestro jefe.
-¿Qué?
Ryan se acercó a él y le dio un cachetazo. -OYE.
-Es una fiesta sorpresa. Fue mi idea, le dije a Max y pues el hizo lo suyo. Todos tus empleados están aquí para festejarlo, agradécelo-le conto Ryan.
Su amigo, seguía sin reaccionar. Ryan puso los ojos en blanco y vino hasta donde estaba yo, me tironeo del brazo y me llevo enfrente de Phoenix.
-Esto te gusta-le dijo a su amigo. Me ruborice cuando Phoenix me recorrió con su mirada. Llevaba puesta una blusa verde, con unos jeans quizás muy ajustados, también llevaba mis tenis de marca Puma negras.
-Mi ropa es normal-le dije, me sentía incomoda que me repasara tantas veces.
-Ah, lo siento por hacerte sentir incomoda- sonreí ya que me alegraba mucho que me entendiera tan bien.
-Disculpa aceptada- dije.
-Muy bien, que comience la fiesta-anuncio Ryan, abrazando a su amigo forzosamente, ya que él como siempre, no querría abrazar a nadie.
La fiesta fue bastante extraña. El cumpleañero no quería su fiesta e intentaba sabotearla, pero nadie le hacía caso. Clientes entraban a la tienda y se unían un tiempo a la fiesta, por la comida y bebida.
Al final, para hacer que nuestro jefe no explote de la rabia comenzamos a cobrar la entrada. Si, trabajábamos a pesar de estar festejando los veinte y seis añitos del jefecito.
Yo me divertía charlando con mis compañeros. Marina nos contaba como su cita había sido un éxito y como cada vez más su relación se volvía más cercana a Trinity. Según ella, no sabía que era capaz de sentir sentimientos así hacia una mujer.
Como dice Max: Solo es salir del closet.
Me percaté de que Phoenix miraba por la ventana de la cafetería, perdido, ignorando la fiesta. Decidí acercarme a él.
-Hola-salude. -Hola-me saludo el también.
Me quede al lado de él, observando también por la ventana.
-¿Por qué le hicieron caso a Heisenberg?-pregunto.
-Nos pareció linda la idea. Creo que te mereces un descanso, sobre todo el día de tu cumpleaños.
-Es bonito de tu parte pensar eso- no me miraba, solo miraba por la venta.
-¿Qué te pasa?-pregunte, todo en él, indicaba que su cumpleaños no estaba siendo el mejor.
-Nada-sus ojos se posaron en mí. Entonces lo observe detenidamente y con mirada asesina.
El resoplo. Sabiendo que lo que quería yo era saber lo que pasaba.
-Mi padre fue el primero en llamarme para felicitarme y no fue muy lindo que digamos.
Me mordí el labio, él pensaba que yo sería la primera en felicitarlo. -Mi idea era felicitarte a las doce de la noche, pero...- él se rio. -Te dormiste- supuso. Sonreí inocentemente. -Sip.
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Cercano y Distante (Terminada)
RomanceLuego de dos años de tedioso tratamiento. Decidí mudarme de mi ciudad natal a Seattle, parecía una buena idea, Paris mi mejor amiga vivía ahí y ya me había ayudado a encontrar un lindo apartamento. Lo que no me esperaba era encontrarlo a el. No se m...