29. Es maravilloso

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Cuando volví al trabajo, todo volvió a lo normal. Como si las dos semanas de tensión, nunca hubieran existido.

-Mira lo que puedo hacer-dijo Max, poniéndose una canica sobre la nariz y evitando que se cayera. Nuestro amigo la última semana había estado practicando distintos talentos, el viernes tenía un concurso de talentos.

El muy genio, se inscribió en un concurso de talentos sin saber que talento poseía. Había intentado cantar, parecía una gallina siendo degollada. Intento malabares, una pelota volo hacia la cara de Phoenix. Luego intento con un cubo rubí, estuvo cinco horas intentando resolverlo sin éxito. Sus ilusiones se cayeron al mar cuando Akemi lo resolvió en seis minutos.

Hoy intenta hacer equilibrio con su nariz con distintas cosas, desde la más pequeña como una canica a la más grande, como una pelota de béisbol.

-¿Cuánto apuestas?- pregunto Akemi. -20 dólares a que lo logra-respondí. -Yo soy más humilde, 10 dólares a que no lo logra-dijo mi amigo. -Hecho-nos estrechamos las manos.

Como los clientes estaban atendidos, Akemi y yo estábamos sentados en la barra, espectadores de Max.

Nuestro amigo, comenzó bien, solo tenía que aguantar un minuto. Casi logro ganar la apuesta, sin embargo a Max se le cayó la canica...a tan solo cinco segundos de completar el minuto.

-MAX-exclame.

-¿Qué?-pregunto él.

-Dinero, ven a mí-puse los ojos en blanco. Le di a Akemi sus diez dólares correspondientes.

-¿Dónde se me cayó la canica?-pregunto Max, ya comenzando a buscarla.

-Espera a que alguien se caiga por la canica, siempre me pasaba cuando era niña. Así las encontraba-comento Charlize, que cocinaba.

Justamente en ese instante Marina venia caminando hacia la cocina y se cayó. Los cuatro de inmediato fuimos a ayudarla.

-No necesito que los cuatro me ayuden. Con uno basta-nos dijo.

-¡La canica!-Max agarro la canica, descuidando a Marina, la cual cayo al suelo una vez más. Esta vez fue ayudada por Akemi. Mientras yo le agarre el celular, el cual estaba en el suelo, también caído.

Viche la pantalla y me sorprendió ver una conversación de WhatsApp con una tal Trinity. La charla era sobre irse a ¿una cita?

-¿Qué te pasa Daylin?-pregunto Marina. -Yo...am- mi amiga española poso su mirada en su celular. - ¡Chismeabas mi celular!-chillo. -Eh...-no supe que responderle, ella saco su celular de un tirón de mis manos. -Joder-vio su celular.

-¿Qué sucede?-pregunto Akemi a Marina.

Nos miramos entre Charlize, Akemi y yo, observando la escena; Max vivía en su mundo, lloraba diciendo que quedaría en el último lugar del concurso, que sería humillado y un montón de cosas más. Marina caminaba de un lado al otro, nerviosa y solo observando su celular.

Al final, los dejamos así. Nosotros tres seguimos trabajando.

Mientras acababa de terminar de lavar los platos, Phoenix salió de su cueva. -Hola jefe-lo salude en la distancia, el de inmediato me encontró con su mirada y me sonrió.

Luego se fijó en Max y Marina. -¿Qué mierda les sucede?-pregunto. Ambos giraron sus miradas hacia él.

-Voy a ser humillado mañana-Max se acercó al jefe, y se apoyó en su pecho llorando. 

-Maximus, sal de arriba mío-dijo Phoenix. Sin embargo no lo hacía -A la una, a las dos y a las...-la puerta sonó de un portazo, no solo yo, sino todos en la cafetería se giraron a ver quién era. Mi mejor amiga se hizo presente.

Cercano y Distante (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora