Cercano y Distante (Terminada)

2. El primer día

Lo que me quedo del día luego de conseguir trabajo, me lo dedique a organizar más mi apartamento, tampoco iba a terminar todo perfecto y ordenado, eso era algo imposible en mí. Por lo menos intentar estar a la máxima potencia de mi organización.

También aproveche para entender la cadena de autobuses de la ciudad. Para ir a mi trabajo, tendría que ir a la parada que tengo enfrente de mi edificio, me servían dos autobuses que me dejaban en la parada más cercana a la cafetería.

Cuando ya fue de noche, oí que alguien tocaba mi puerta, la abrí y era Paris.

-Hooola, y ¿Cómo te fue?- preguntó cuando tan solo le abrí la puerta.

Sonreí victoriosa mientras ella entraba a mi apartamento. -Mañana comienzo a trabajar en una cafetería Spring- ella al oír la noticia sonrió. -¡Eres una genio!-exclamo. -Ay, gracias- agradecí entre risas.

Pasamos la noche hablando de mi nuevo trabajo, hablamos un poco de mi nuevo jefe y los escalofríos que me causaba. Quizás al final no era tan malo como aparentaba, es casi de mi edad, solo un poco mayor, que cosa tan mala podría pasar.

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Al día siguiente, me desperté con una alarma que me puse a las seis de la mañana. Me pareció increíble que me despertara a la primera, eso no es común en mí.

Me bañe, me vestí y decidí comer una manzana. Estaba al tiempo justo.

Salí de mi apartamento a las siete en punto y cruce la calle hacia la parada, espere no sé por cuánto tiempo hasta que apareció por fin un autobús que me servía.

Estuve muy atenta durante todo el viaje para no equivocarme donde bajarme, no me sirvió mucho. Me baje una parada antes de la que debía y tuve que caminar. Por suerte no me perdí esta vez.

Al llegar a la cafetería me fije en mi celular la hora, eran 8:05, solo cinco minutos tarde. 

Entre, y ya había gente sentada en las mesas esperando a ser servida. Yo pase directamente al lugar de los trabajadores, al estar en la puerta la cocinera me observo.

-¿Tu eres la nueva?- preguntó. -Si, supongo- ¿supongo? ¿en serio Daylin? 

-Soy Charlize un gusto conocerte, nos soportaremos el resto de las ocho horas- se presento. 

-Soy Daylin-me presente, tenía que hacer nuevos amigos, no podía depender siempre de Paris.

-Llegas cinco minutos tarde- esa voz ya la conocía, me di la vuelta y efectivamente era Phoenix.

-Es que mi autobús no llegaba- dije nerviosa. -Ok, pero que sea la última vez que llegas tarde, solo te perdono por ser tu primer día, pero que no se repita. ¿Me escuchaste?

-Si señor. 

-Adentro tienes tu uniforme. No sé si le di a tu talla, la deduje al observarte.

-Ok. Te prometo que no volverá a pasar. Ya entro y me pongo el uniforme-lo dije con la mejor sonrisa que pude poner en mi rostro. El jefe parecía enojado.

Se fue sin decir nada y se encerró en su oficina. Cuando desapareció de mi vista, sentí como el aire volvía a mis pulmones.

-Primera buena impresión, eh- dijo Charlize. -No sé si le di una buena impresión, eso pensaba ayer cuando vine a la entrevista, pero ahora no creo- comente.

-Tranquila, él es así. Seguramente ya te encuentre un apodo para llamarte. 

-¿Un apodo?- pregunte, confusa. 

-Sí. A Phoenix le gusta ponerle apodos a las personas, no sé muy bien si es para burlarse o porque simplemente le gusta. Si te pone un apodo, significa que le caes bien, eso es algo difícil de lograr.