Cercano y Distante (Terminada)

27. Resurgir de las cenizas

Recapitulando: Connor resulto ser Asher Doe, como varias personas que asistían al prostíbulo lo hacían con un nombre falso. Connor había logrado que con su nombre falso, no se registrara ningún antecedente, sin embargo con su identidad real, la de Connor Bolt ya tenía algunos, sin embargo aparecían como leves.

Esto se descubrió en su interrogatorio.

Ya habían pasado varias horas desde que habíamos llegado a la comisaria. La primera hora, estuve en mi mundo, recordando aquella noche, estaba impactada...había convivido con el entrevistador sin darme cuenta. También se sentía irreal que ahora, aquel hombre, la razón por la cual me odie por mucho tiempo, estuviera en una comisaria de oficiales de policía.

Como si la justicia divina, al fin estuviera de mi lado.

Mi yo de dieciocho años no hubiera querido que se supiera lo que pase con él. En ese tiempo ayude a los policías, porque era una forma de al fin escapar. Sin embargo tuvo que pasar un año, para que aceptara lo que me hicieron.

Estaba tomando un refresco en la oficina de Paris, contemple su pared conspiranoica, había cambiado bastante desde la última vez que la vi. Ahora se entendía un poco mejor.

-¿Cómo estás?-di la vuelta en la silla y vi a Phoenix. Él se había estado quedando por aquí, dando vueltas de un lado a otro.

También había a aparecido Walt por aquí, que al enterarse de lo de Connor, creo que se arrepintió de todas las decisiones tomadas hasta ese momento. Por lo menos no era la única que tomaba malas decisiones.

-Cansada, pero estaré bien-respondí.

Él se sentó sobre el escritorio y se quedó callado, observo la pared de Paris y volvió a poner su mirada en mi-Podemos hablar...sin llegar a una discusión-me dijo.

-Aunque no me creas. Eso he querido hacer durante estas dos semanas.

-Yo estaba pelándome conmigo mismo, sobre si hablar contigo o no-suspiro y se froto la frente.

-Ya se todo-le dije. El no entendió a lo que me refería, pero había que hablar por lo que pasó él. Siempre escucho todo lo que le contaba sobre mi pasado, ahora era su turno.

-El lunes pasado, fui a la casa de los Spring. -¿Qué fuiste a hacer?-pregunto.

-Comí con ellos y...me lo contaron todo.

-¿Todo? ¿Qué cosa?

-Phoenix, sé que atravesaste la depresión.

El me observo, se veía conmocionado por lo que había dicho.

-Odio hablar de ese tema-se levanto de la mesa y fue hasta la puerta. Cuando la abrió, se detuvo. Yo no le había dicho nada, quería que se diera cuenta por su cuenta, que teníamos que hablar de eso.

-¿No dirás nada?-dio la vuelta y me miró fijamente. –No, tienes que darte cuenta tú.

Puso los ojos en blanco e hizo el mismo proceso que había hecho antes, solo que al revés.

-Perfecto-dije.

Phoenix, estaba cansado y angustiado. –Tan solo pensar en eso, me cansa-comento. Fingió limpiarse una lagaña pero yo sabía que era una lágrima.

-Puedes llorar, es algo normal-le dije, tomándole la mano.

-Lloro cuando estoy solo. Si lloro enfrente de alguien, siento que me ven vulnerable.

-Está bien ser vulnerable-cerro sus ojos.

-Acaso crees que ellas, estén viéndome ahora y piensen que soy como...el-se froto los ojos, y en ese instante, sus lágrimas comenzaron a caer, lentamente.