Lo que quedaba de noche la pase entre dormir, despertarme y pensar en los nuevos sentimientos por Phoenix.
Nadie jamas me había hecho sentir como él. Al verlo mis latidos de corazón se aceleran y cuando me dirige la palabra mi panza me hace unas cosquillas incomodas, que me indican que estoy nerviosa.
Incluso a veces al verlo siento como si dejara de respirar y siento que él tiene que salvarme dándome un beso.
Aunque eso es más una imaginación mía.
Al despertarme eran las 9 de la mañana y recién me había acostado a las cinco de la mañana y como no dormí nada, calculen que solamente dormí 2 insignificantes horas.
Fui a la cocina y bebí de la botella de agua directamente y de paso me tire agua encima para despertarme. El agua sí que es refrescante, prácticamente puedo aparecer en una publicidad de Bonaqua.
Cuando me sentí lo suficientemente despierta, ordene un poco mi apartamento. Lo había mejorado en mi mes de estadía y ya se sentía como un hogar. Sobre todo cuando logre encontrar un lugar para guardar mis libros. En un rincón de la sala de estar, lo sé no me complique mucho.
Cuando termine mi arduo trabajo ya eran las 10:30, como era domingo mi día libre, me vestí y fui al supermercado de la esquina a hacer algunas compras, necesito mantener mi cerebro ocupado.
El supermercado de la esquina es pequeño, pero está lleno de productos, ósea está completo.
Abre todos los días y en la puerta cuando entras, están las dos cajas registradoras a la derecha, mientras a la izquierda se encuentra la caja de ahorro, la caja favorita de todo el mundo, la razón es muy simple...puedes sacar dinero de ella.
Había un total de ocho góndolas clasificadas. Todo en este supermercado está organizado para alguien desordenada y distraída como yo, es el paraíso, porque es algo que nunca lograre obtener.
Luego de terminar de hacer todas mis compras fui a la caja registradora, había una persona delante de mí así que espere.
Espere, espere y espere. ¿Por qué tarda tanto?
-Am...¿Por qué tarda tanto?-puedo arrepentirme de haber preguntado eso, acaso sonó descortés preguntar eso. Es algo que preguntaría una persona impaciente...en realidad lo soy.
-Porque-levanto la mirada y nuestras miradas se cruzaron.
-PARIS
-DAYLIN
Era mi tan grandiosa amiga.
-Hacemos compras en el mismo día- sonó muy emocionada.
-Pues coincidencia.
-No lo creo-dijo con una gran sonrisa.
-AJAM-tosió la cajera.
-Sí, ya va lograr pasar la tarjeta-le dijo Paris, por eso tardaba porque su tarjeta de crédito no funcionaba.
Luego de lo que parecieron siglos, mi amiga logro pasar la tarjeta y logre pasar yo a la caja, atrás mío, a la fila se habían sumado cinco personas más, tendrán que esperar un poco más.
Luego de la travesía en la caja registradora, fuimos afuera del supermercado y caminamos juntas hasta el edificio.
-¿Cómo te fue en la noche?-me pregunto mientras caminábamos.
-Bien, no pasó nada grave-respondí.
Sentí como mi cuerpo se calentaba cuando pensé en Phoenix, hablándome y sonriéndome.
-Day ¿estás bien?-me pregunto Paris, volviéndome a la realidad. Me había detenido.
-N-nada.
Ya estábamos en la entrada del edificio y entre sin mirarla y corriendo. Cuando llegue a mi apartamento. Tire la bolsa de compras a la cocina y me tire en el sofá con mi manta azul con rayas negras.
ESTÁS LEYENDO
Cercano y Distante (Terminada)
RomanceLuego de dos años de tedioso tratamiento. Decidí mudarme de mi ciudad natal a Seattle, parecía una buena idea, Paris mi mejor amiga vivía ahí y ya me había ayudado a encontrar un lindo apartamento. Lo que no me esperaba era encontrarlo a el. No se m...