Ya había pasado cinco días desde lo de Space Neddle. Phoenix ya no pasaba el tiempo en la cafetería, en ninguno de los horarios, casi siempre estaba en otro lugar organizando el festival.
Extrañaba sus gritos.
Imagine si Phoenix no llegaba a estar por unos días haríamos una fiesta o algo, sin embargo no pasa nada de eso, seguimos trabajando como siempre. Por lo menos en mi horario si, el de la noche y la tarde, no sé muy bien lo que pasaba. Teníamos ahora nosotros revisar lo que ganaba la cafetería ese día y ver si era suficiente y comparar con días anteriores, graficas.
Dios, todo contabilidad, los que se encargaban de eso eran Charlize y Akemi, ellos eran los mejores con los números, yo ni siquiera había podido terminar la preparatoria, solo llegue a dar un año de contabilidad. Por eso estas cosas las hace Phoenix.
Faltaban dos semanas para el festival veraniego, las cafeterías Spring, estaban bastante atareadas.
También en estos cinco días no dejaba de pensar en Connor. Me resultaba demasiado familiar, y tampoco sabía muy bien porque me quede inmóvil al verlo. Me dio un terror al tan solo hablarme.
Ese terror...la noche de la entrevista, no recuerdo que paso, solo ese mismo terror y un toque horrible. A veces desearía lograr recordar lo que paso, pero simplemente, mi cerebro lo bloquea.
Como muchos de mis recuerdos, eso me había dicho mi psicólogo, que varios recuerdos míos estaban bloqueados. Solo se pueden desbloquear con una clave, el problemas es que yo no sé la clave.
Cuando ya estábamos terminando nuestro turno. Max y yo salíamos hacia la parada, cuando nos encontramos a Phoenix cansado.
-Jefe, ¿qué tal la vida?-le saludo Max.
-Como siempre, como la mierda-le respondió.
-Valla sorpresa-me susurro Max, me reí para dentro, no quería que mi jefe me escuchara.
-Lex renuncio-dijo. -¿Lex?, el empleado de la noche de sábado-dijo sorprendido Max. -Sí, ese mismo, ese idiota.
-¡Oye! Es mi amigo-
-Si fuera tu amigo, te hubiera dicho que había renunciado-
Max agacho su cabeza, avergonzado. Tenía que irme a la parada, pero tenía una idea de qué hacer con respecto a este problema.
Podría ofrecerme para ocupar el puesto de Lex. Los sábados solo abría la cafetería en la tarde y en la noche, que era más un trabajo de guardia. Quizás así ganaba más dinero y quizás podría comprar más libros ya había terminado lo que tenía y bueno...quería más libros.
La necesidad de cualquier lector.
-Puedo ocupar el lugar de Lex-ambos me miraron extrañados.
-Daylin, por qué quieres ese horario. Es uno...am...complicado-dijo algo preocupado Max.
-Puedo cuidarme sola-dije confiada. Había dormido en una banca en una plaza por como un mes, esto no era nada.
-¿Segura colibrí?-me pregunto Phoenix en un tono calmo, que me encanto.
-Segura, ¿qué cosa podría pasar?-ya me estaba empezando a mover hacia a la parada, iba a perder mi autobús.
-Pero ¡Segura!-pregunto otra vez. -SEGURISIMA-le respondí ya subiendo al autobús.
Al llegar a mi apartamento, lo primero que hice fue llamar a Paris, tenía que consultarle si había estado buena la decisión que tome. Ya comenzaba a dudar.
-Me parece una buena idea-dijo al contarle. -Pero...-ay no, ¿qué iba a decir?
-Tienes que tener cuidado-Dios, porque todo el mundo es sobreprotector. -Si-sonreí como un ángel, como si ella pudiera verme.
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Cercano y Distante (Terminada)
RomanceLuego de dos años de tedioso tratamiento. Decidí mudarme de mi ciudad natal a Seattle, parecía una buena idea, Paris mi mejor amiga vivía ahí y ya me había ayudado a encontrar un lindo apartamento. Lo que no me esperaba era encontrarlo a el. No se m...