23. Distante

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-¿Es una broma?-había una mezcla de rabia, confusión y tristeza.

El evito mi mirada, se veía ¿apenado? Se comportaba de manera extraña, antes de irse hacer las compras, se veía normal como cualquier día y de la nada, venía con esta idea.

-Amor...hace una hora, estábamos de lo más normal-le dije.

Él se rasco su mentón-Si-un sí, muy dudoso.

-Phoenix, ¿Qué te pasa?-esta situación no tenía lógica, las expresiones y acciones de mi novio, no cobraban sentido en mi mente. Las expresiones que demostraba, no encajaban con lo que había dicho.

-¿Puedes explicarme?-seguía sin responder y yo sin entender.

-Es...algo que pienso.

Me reí, sarcásticamente.

-No, no, no...algo te paso.

-Nada me paso...solo reflexione.

-Eso no suena sensato-intercambiamos miradas, distinguí de inmediato que mentía.

-Sé que mientes.

-Yo no miento-respondió en su defensa.

-¡Phoenix!, te conozco demasiado bien.

El cerró sus ojos y se dio la vuelta, dándome la espalda. -¿Estas de estúpido?-pregunte ya enojada. Ser imbécil, es su talento.

-¡Estoy pensando!-exclamo, ya el también enojado.

-SOLO DIME-exclame en un volumen de voz que no pude controlar.

Él se dio la vuelta, me sostuvo la mirada. Nos observábamos uno más rabioso que el otro.

-Últimamente he tenido...muchos problemas. Con mi padre, Connor, esto de la cafetería-suspiro-No quiero agobiarte.

Como lo dijo con gran sinceridad, me calme un poco.

-Entiendo...pero no me molesta. Estoy para ti, cuando lo necesites.

El me quito la mirada y observo la ventana. Se mordió el labio y al final me respondió-Ok, como tú quieras. Todo resulta que al final no era necesaria mi idea-no me miro al decirme eso, igualmente sonreí una ligera sonrisa.

Fui afuera de la oficina, el local estaba más agitado, entonces me puse a trabajar.

Lo que quedo del horario, no dejaba de pensar en la actitud de Phoenix y en lo frio que se había comportado. No entendía que le pasaba, pero como él me dijo, esta agobiado, no sabía bien como ayudarlo.

Al final del horario, mis compañeros me agarraron antes de salir de la sala de empleados, los de la tarde ya andaban en su horario trabajando. –Chicos, saben que mis autobuses pasan dentro de muy poco-les dije.

Entre los cuatro, intercambiaron miradas. Se veían preocupados.

-¿Estás bien?-pregunto, muy directa Marina.

-Supongo que si-suponía, luego de la charla con Phoenix no estaba segura.

-¿Supones?-Max puso cara seria, una cara no muy común en él.

-No quiero hablar de eso-comente.

-¿Tiene que ver con tu pelea con Phoenix?-pregunto Akemi. Lo observe de inmediato, el sonrió triunfal-Bingo. Sabíamos que algo te había pasado con el imbécil sin sentimientos.

Supuse porque lo sospechaban-Oyeron la conversación, ¿cierto?

-Si-dijo, felizmente Max.

-Deben de dejar de ser tan chismosos.

Cercano y Distante (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora