Entre el amor y el deber

Capítulo XXXIV Secretos (Lorna)

Nota: En el capítulo XVI, La proposición, Karen describe a Lorna como una anciana, pues bien la verdad es que no es tan anciana, ya que es casi de la misma edad de George Villers.
Por lo que les aviso para que no se confundan con ese pequeño detallito.

Ahora si empezemos

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Lakewood, muchos años atrás

Lorna~

Veo por la ventana el paisaje que me ofrece este nuevo país, el cual se va ha convertido en mi nuevo hogar desde el momento en el que puse un pie en esta tierra.

Extrañaré Escocia y demasiado, a pesar de que vivir junto a mi familia era una pesadilla, pero la tierra de Escocia me hacía sentir tan bien y viva que es por eso el motivo que echaré mucho de menos mi patria.

Después de la muerte de mis padres Ervin y Maribeth Andley,  mi primo Angus y mi hermano Alec han decidido que lo mejor para mí es que me mude a Estados Unidos y viva con mi primo William Anthony Andley, su esposa Priscila y su hija Rosemary.
Pero quien va a ser mi principal cuidadora y tutora será Emilia Elroy Andly, mi prima.

A William lo he visto varias veces en mi vida y es muy agradable, nos llevamos bien a pesar de que mi primo es bastante serio y recatado, conmigo se muestra de una forma más relajada y cariñosa.

Pero a su hermana, Emilia solo la he visto unas cuentas veces, es más grande que yo, mucho mas grande que yo. De pocas palabras y de una gran religiosidad, tanto que a veces pienso que debería ser una monja.

—¡Lorna te estoy hablando! —me grita Angus mi primo y hermano de William.

El coche lo comparto junto a él, mi hermano Alec y su esposa Megan quien se encuentra fastidiada por hacer un viaje tan largo solo para venir a dejarme acá.

—Disculpe usted —pido disculpas bajo la atenta mirada de mi hermano y cuñada, los cuales pensarán que estoy mal de la cabeza por mi falta de atención.

—Pon los pies en la tierra Lorna —me regaña, pero en vez de bajar la mirada se la sostengo.

Siempre he sido una muchacha que le gusta desafiar lo que le parece absurdo y la mirada intimidante que está haciendo en este momento Angus para asustarme me parece de lo más idiota y absurdo.

—Te quedarás con mi hermano, William y su familia, pero quién realmente se encargará de ti es mi hermana, tu prima Elroy —explica lo que ya sé, después de darse por vencido con la batalla de las miradas—. No quiero quejas tuyas ni de ellas. Trata que las dos se lleven bien, por favor.

No le prometo nada, solo sigo mirando por la ventana. Ambos sabemos los dolores se cabeza que le ocasione a mis padres a causa de mi rebeldía y creo que con mi prima Emilia no va a ser la excepción si ella no se comporta lo más humanamente posible.

El coche se detiene y el cochero abre la puerta. De primero sale Angus seguido por Alec quien ayuda a bajar a su esposa Megan.

Por último bajo yo sin la ayuda de nadie, porque, o bien están muy cansados o se han olvidado de mí.

Lo que mis ojos ven, me llega a sorprender; una gran mansión de dos plantas, decorada con flores y en cada una de las habitaciones un precioso balcón.

Me doy la vuelta y detrás de mí hay un precioso y extenso jardín, casi parecido a la de un bosque que me llama para que vaya a explorarlo y descubrir sus misterios.

Camino mientras subo un poco mi vestido para que no se empolve ya que es de color negro por el luto de la  muerte de mis padres. Luego recuerdo de la capa color café oscuro que tengo encima y dejo al vestido en paz.