Alphas »ChanHun« (En Edición)

Capítulo 6

Solo han pasado cinco años, cinco largos años desde que su hermano mayor, DongHae, tomará el lugar como líder de la comunidad. Aunque para algunos puede parecer que cinco años no son nada, para SeHun se volvieron una eternidad.

Tan solo tenía diecisiete años cuando su padre falleció, fue una muerte rápida y puede decirse que sin dolor alguno, simplemente se marchó. Después de eso, la comunidad no evitó entrar en una clase de crisis, el líder falleció tan pronto que ni siquiera preparó a sus hijos para tomar el lugar, además de que eran alfas jóvenes sin experiencia, totalmente indefensos ante la majestuosidad del bosque.

Pero DongHae decidió tomar ese lugar, nadie se lo pidió pero él lo hizo, él se sacrificó para no dejar desamparada la comunidad.

Fue un acto valiente, lo reconoce e incluso admira esa acción pero nadie más vió la consecuencias sobre ello. DongHae a convertirse en el nuevo líder de la manada, SeHun pasó a ser el último descendiente, si es que su hermano no tiene hijos, lo cual no tardó en cumplirse.

La pareja de DongHae es un beta, y los betas hasta ahora no han sido capaces de procrear como los omegas.

Trágico, pensó SeHun cuando cumplió la edad madura licántropa y luego de que su hermano le diera la noticia de su futuro.

"Te unirás a un Omega de la comunidad vecina, así nos haremos fuertes y habrá descendientes"

"¿Y por qué yo? ¿Por qué no buscas un Omega para ti?"

"Porque ya me sacrifique lo suficiente para salvar nuestra comunidad, es tu turno, SeHun... Sacrificarte."

Desde ese día, no volvió más al mundo humano, no tuvo contacto con ninguna persona más que no fuera de su manada. Ahora con veintidós años, está recluido y solo en su habitación, mirando como se van los amaneceres y avanzan las puestas de sol, tan rápidas que no perdonan amo tiempo, sin entender porque el destino tenía que ser tan cruel.

Si DongHae y YiXing lo hicieron, ¿Por qué él no? Y aunque eso duela, tiene que hacerlo.

El sol aún no sale y SeHun sigue mirando ese manto oscuro lleno de estrellas por la ventana, escucha los ruidos naturales y suspira, dejando ir todos esos pesados pensamientos. Entonces, recuerda el lago, es capaz de escuchar el agua que corre sobre las piedras y de nuevo aparece el mencionado ChanYeol en sus pensamientos.

No lo puede reprimir por más que se diga que aquel hombre no es el Omega que necesita, si no, es un alfa que podría ser enemigo de su comunidad. Pero ahí sigue, calentando su pecho y rebotando sobre su cabeza.

Es tonto, ridículo e imposible, pero quiere volver a sentir esas emociones.

De forma sigilosa abandona su habitación, por suerte tanto su familia como la comunidad se encuentra sumergida en un profundo sueño, lo cual no fue difícil salir y adentrarse al bosque. En su caminar se puede escuchar las ramas quebrarse por debajo de su calzado y los ruidos naturales son más fuertes, antes de darse cuenta ya había apresurado el paso, cada segundo aumenta la velocidad hasta que al final ya está corriendo.

Tiene ansias y no es capaz de darle calma. En realidad no sabe lo que está haciendo, es como si su cuerpo tuviese mente propia, misma que ha tomado de la mano a ese primitivo instinto: Seguir el aroma.

En menos de lo que se esperó, ya estaba frente al lago, ruidoso y frío. SeHun suspira lentamente observando como el agua avanza y choca entre las rocas, siente en el pecho un tremendo vacío mientras que la ansiedad aumenta, solo tenía que cruzar aquel lago para volver a exhalar ese aroma tan escabroso.

"ChanYeol, eh". Repite en su mente, intentando conservar el recuerdo, como ese tono de voz y las facciones varoniles de ese rostro. Si, es extraño pero una vez más, no es tan fuerte para evitarlo.

De forma tosca se adentra al agua, está notoriamente nervioso pero aún así no es tan fuerte para dar vuelta y volver a su hogar. El agua le llega hasta las rodillas, es fría lo cual le provocaron un par de escalofríos y a punto de dar el primer paso, una reconocible voz lo detiene.

─ ¡Hey!

Levanta la mirada y ahí está, junto con ese aroma que le quitó el sueño.

─ ¿Eres SeHun, verdad?

Con solo escuchar aquel tono de voz sintió como su piel tembló a lado de una extraña corriente acariciando su espina dorsal. Lo odia, odia no poder controlarlo.

─ ¿ChanYeol?.─ Responde con una pregunta, fingiendo un poco de idiotez, como si aquel nombre era nada más que un vago recuerdo.

Asiente el más alto y de nuevo solo queda el ruido del lago. SeHun continúa sintiendo nervios, lo sabe por la forma en la que su corazón está golpeado con fuerza en su pecho.

Dolorosamente exquisito, solo eso.

─ ¿Por qué está aquí, SeHun? ¿Intentas cruzar el lago? Creí que habíamos quedado en un acuerdo.─ Exclama ChanYeol, quien también tenía los pies debajo del agua.

─ ¿Qué hay de ti? Dudo mucho que estés aquí para buscar salmones en la mitad de la noche.

SeHun tiene un buen punto, pues la acción de ChanYeol puede verse muy sospechosa, pues a lenguas se ve sus intenciones de cruzar el lago.

─ Tengo insomnio.─ Responde ChanYeol.─ Acostumbro hacer caminatas nocturnas cuando no puedo dormir.

─ Yo también.─ Se apresura a decir antes de tener una pregunta del contrario.─ Me relaja el lago.

Las respuestas son tan vagas y ridículas, tanto que SeHun es capaz de reírse de lo tonta que es la escena. Por otro lado, ChanYeol intenta mantener la postura, pues finalmente logró volver aspirar el dulce aroma que perturbo sus pensamientos y sus sueños.

Están mirándose de frente, casi aguantando la respiración para no ser atrapados por el aroma que ha estado jugando con sus mentes. SeHun quiere verse fuerte y seguro, mientras que ChanYeol sostiene con fuerza su aura de "alfa líder", ninguno quiere ser intimidado ni débil, pero entre más se esfuerzan, más crecen esas ganas de aferrarse a dominar.

Son alfas, ese es su instinto principal y aún así les tiembla las piernas.

─ Es tan duro de admitir, ¿Verdad?.─ Resalta SeHun, manteniendo la cordura sostenida por un hilo.

─ ¿Qué cosa?

─ Que no estamos aquí por casualidad.

ChanYeol ríe con incredulidad, como si le hubiesen contado un chiste sin gracia.

─ Es ridículo.

─ Lo sé, es ridículo que ninguno de nosotros es un Omega, a no ser que me hayas mentido.

─ Soy un alfa, tenlo por seguro, SeHun.─ Remarca cada letra, intentando hacer su tono de voz imponente.─ Quizás alguien más mintió...

A SeHun le gustaría que fuese verdad, que alguno de los dos este mintiendo, pero en este punto son tan sinceros que no hay forma de decir lo contrario.

ChanYeol es un alfa, SeHun es un alfa. Nacieron en una luna llena con la clara señal de ser dominantes dentro de su especie. No hay error, nadie está mintiendo y eso asusta.

Ambos están ahí, enfrente del lago. Nadie sabe si fue un acto premeditado o solo una extraña pero exacta casualidad, ya que, solo ellos se encontraron ahí, quizás buscando algo o mejor dicho, atrapar algo.