Epílogo

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Estás historias no son contadas, no deberían serlo, son esos relatos que los ancianos prefieren olvidar y fingir que alguna vez existieron, si, el amor y unión entre dos alfas.

¿Es aberrante? ¿Imposible de creer? ¿A quién le están tocando la moral?

En el mundo hay demasiadas historias que contar, pero ellos fueron olvidados, ni siquiera mencionan la palabra traición, es como si no valiera la pena hacerlo.

Es desgastante, es abrumador, es incontrolable.

Padres luchan para que sus hijos alfas sean verdaderos, poderosos, inquebrantables. Desde cachorros no les permiten llorar o quejarse, ya que eso son cosas de Omegas, tampoco les permiten elegir como cualquier especie dentro de los licántropos, porque la pareja debe ser perfecta, sea un Alfa perfecto, un Omega perfecto o si se da la ocasión, un Beta perfecto. No debe haber errores, así fluye el ciclo natural de la vida de un lobo, si es que quiere mantenerse con vida.

ChanYeol una vez lo intentó pero su propia naturaleza no estaba satisfecho, no podía vivir dividido en dos partes, él ama su lado humano y aprendió amar su lado salvaje dependiente de los bosques. Si, estaba en su sangre que nadie lo iba a controlar, como la marea cuando pierde la cabeza y no deja descansar a sus habitantes.

El grandioso Park ChungHee fue demasiado viejo para entender, pero no era ninguna excusa, pues su hermana y sus padres, tampoco intentaron entender su unión con el joven alfa.

Y murió de esa forma, viendo a su propio nieto como un traidor, una aberración, como algo que no debió haber nacido ni existido, tampoco fue perdonado por todo 'el dolor y la muerte' que le trajo a la comunidad.

En cambio, cuando SeHun llegó a este mundo, el chamán dijo claramente al ver el recién nacido SeHun, que en sus ojos no hay tierra, ni rocas, tampoco raíces, son inquietos y demasiados expresivos para ser un Alfa, igual que un lago que corre.

Claramente exclamó:

"Señor Oh, su hijo es un Alfa con el alma libre, esas almas solo nacen cada cien años..."

"¿Y eso es malo?" Preguntó preocupado mientras lo sostenía entre brazos.

"Si usted piensa atarlo a una vida planeada, lo será, pero si lo deja fluir y no atarlo, puedo apostar que será feliz"

"¿Qué debería hacer?"

No hubo respuesta, pues era demasiada obvia para el Chamán y ese entonces su padre lo entendió. Su segundo hijo es un alfa igual que su primer hijo, pero tan diferentes de alma y corazón. En un principio pensó varias veces en como lograría criar a un alfa de alma libre, nunca había visto uno, ni siquiera escuchado de ellos, otras veces el insomnio le robaba el aliento, imaginado escenarios, escuchando el agua del río y pensar, pensar en cómo SeHun iba a sobrevivir en un mundo donde nadie es libre.

Pero las desgracias apenas estaban por comenzar, quizás el padre de SeHun pasó tanto tiempo pensando en como ayudar a su hijo menor que no se fijó que era demasiado tarde para enseñarle lo justo y lo necesario. Él murió buscando una respuesta, murió sin poder dársela a su hijo.

Aún así, ChanYeol luchó con todo su corazón, y prometió que nadie en este mundo dañaría a SeHun, nadie como lo dañó su propia sangre. SeHun también se lo prometió, al final del día son alfas y eso es lo que su naturaleza hace, proteger a quienes aman y resguardan su corazón. Nadie los van a lastimar, no cuando ellos estén con vida.

Si, las historias como está no deberían ser contadas, son fragiles, cristalinas, dolorosas y prohibidas. El mundo de los licántropos aún no están listos para oír esas historias, no están preparados para ver la unión de dos Alfas que casi murieron por hacerlo.

 El mundo de los licántropos aún no están listos para oír esas historias, no están preparados para ver la unión de dos Alfas que casi murieron por hacerlo

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Alphas »ChanHun« (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora