Lucha por la vida [KookJin] {Adaptación}

Capítulo 35

Nueva York…

Jin tomó una profunda respiración y llamó a la puerta. No estaba muy entusiasmado en hacer esta visita. Pero una promesa era una promesa. Y Jin tenía tanto por lo que compensar a sus amigos. Ya había cumplido pasando una temporada corta en el rancho de la familia de YoonGi. El calor del sur no era lo suyo, pero había disfrutado de la tranquilidad.

<<Hasta esa patética noche>>

Tal vez lo que más le dolía, fue el hecho de que HoSeok hubiera presenciado su patética escena. Jin se había roto. Literalmente. Que YoonGi hubiera estado ahí fue un gran apoyo para su alma herida. Pero HoSeok…

Resignando a su destino. Jin llamó a la puerta. Era hora de enfrentarse a otro Jung. Al menos esa noche, solo era una cena. Podría tolerar solo una noche más. La puerta se abrió y se enfrentó cara a cara con el mayor de los Jung.

—Kim— TaeHyung lo saludó con un seco movimiento de cabeza. Su mirada no delataba nada. Esperaba en verdad que HoSeok no le hubiera contado nada sobre su patético incidente. Pero al ser hermanos dudaba mucho que tuvieran secretos el uno con el otro. Al menos era agradable no encontrar compasión en su mirada. Era la misma mirada fría e impersonal de siempre.

—TaeHyung— dijo Jin incómodo, pero aun así entró en la casa. El hombre podría ser el esposo de su amigo, pero no había modo en el infierno que los Jung llegaran a agradarle alguna vez. Se quitó el abrigo para colgarlo en la percha.

—Jimin está en la cocina…— TaeHyung hizo un gesto a la puerta de su izquierda, pero en ese momento la puerta se abrió y la cabeza de Jimin asomó.

—¡Bienvenido! ¿Qué tal Wyoming?— Preguntó con una sonrisa. Tampoco reflejaba nada su mirada. Jimin y YoonGi no eran tan buenos disimulando sus emociones como los Jung. Así que viendo a Jimin, Jin estaba casi seguro que YoonGi no le había contado. Lo sucedido mientras se quedaba en Wyoming. Y era un alivio.

—Nunca seré un vaquero del oeste— Dijo Jin encogiéndose de hombros.

—Yo tampoco, aunque me gustan los vaqueros sexis— Jimin rió. Pero el hombre que estaba a un costado de Jin no le pareció para nada gracioso el chiste.

—Es una lástima que te hayas casado con un empresario de ciudad— Dijo Jin arriesgándose. Pero simplemente se ganó un gruñido por parte de TaeHyung.

—Un empresario muy sexi también— Jimin divertido se acercó a TaeHyung y lo besó en la mejilla. —Ve a trabajar, te avisaré cuando la cena esté lista—

—¿Por qué siento que me estás echando?— preguntó TaeHyung con una ceja arqueada. Jimin sonrió.

—¿Por qué es lo que estoy haciendo?— Jimin bateó sus pestañas —Es obvio que quiero ponerme al día con mi amigo y no creo que te agrade escucharnos hablar de los chicos guapos irlandeses ¿O sí?—

—Me iré a trabajar— TaeHyung suspiro irritado. Negando con la cabeza, TaeHyung besó a Jimin en los labios después emprendió la retirada por el pasillo de la izquierda.

—Quien iba a decir que presenciaría el día en que los dos temibles hermanos Jung actuarían como tiernos corderitos—. Dijo Jin, parpadeando. Jimin resopló y lo llevó hacia la cocina.

—TaeHyung es un lobo con piel de cordero. No te dejes engañar— Jimin se acercó a la estufa y Jin tomó asiento en el banco justo enfrente de la encimera.

—Soy consciente que los Jung solo muestran su lado amable con sus esposos—

—Cierto. Y nunca he sido tan feliz— Jimin únicamente se rió. —Y en su mayoría te lo debo a ti y a tu elaborado plan macabro— dijo mientras revolvía algo en una olla. Jin se encogió de hombros.