Lucha por la vida [KookJin] {Adaptación}

Capítulo 8

Jin se pasó al carril del centro. Había tráfico en la ciudad de Nueva York. Las farolas de las calles se mezclaban con las señales de neón mientras el sol se ponía en el horizonte, arrancando destellos rojos en el cielo a medida que el día daba paso a la noche. Había sido un día duro en el que había tenido dos reuniones muy estresantes, una conferencia y diversas actividades que lo habían dejado sin tiempo. Le vendría bien un masaje, pero no podía ser. En menos de una hora, tenía que estar en una cena de negocios. Esa era su vida. Los negocios. Pensó que también le vendría bien un poco de diversión. Tal vez debería de llevar alguien a su cena. Conocía a varios hombres que estarían interesados en acompañarlo y a la cama luego si se daba la oportunidad, sin embargo, Jin no se entregaba a los placeres, así como así. Al menos no últimamente. Su trabajo lo absorbía la mayor parte del tiempo.

<<Estás desperdiciando el tiempo>> Dijo una voz en su cabeza. Jin enarcó una ceja. ¿Tiempo? Exacto. Era falta de tiempo lo que no tenía últimamente. Ese año su negocio en particular estaba mejor que nunca. Ya les había ganado a los Jung varios contratos importantes. Estaba imparable. Se sentía invencible. Jin rodó los hombros hacia atrás, aceleró un poco y tomó la autopista en dirección sur. En aquel momento, sonó su móvil. Jin miró en la pantalla para averiguar quién llamaba, pero sus ojos se nublaron de repente. Parpadeo tratando de aclarar su vista.

<<Date cuenta, SeokJin>> Escuchó la misma voz. Una voz que se le hacía tan familiar. Negó con la cabeza y lanzó el móvil contra el asiento. No tenía tiempo para tonterías. Tal vez era cosa de falta de sueño o algo así. Estaba bajo mucho estrés últimamente. No obstante, el éxito conllevaba responsabilidades, demasiadas responsabilidades y lo peor era que la tecnología moderna le hacía estar constantemente localizable, las veinticuatro horas del día.

-Tal vez necesito vacaciones- Murmuró para sí mismo. Aunque le encantaba el mundo de los negocios, porque era cierto que le gustaba mucho ese juego, había otros desafíos en la vida que quería explorar. Matrimonio, familia... aunque esos sueños quedaron en el olvido cuando perdió a BaekHyun. Aunque sí había tenido ideas sobre establecerse con alguien. Un amante, que fuera sincero y sin artificios, que ocupara su cama, que se encargará de convertir su casa en un hogar, fuera un anfitrión encantador y buen padre. Inmediatamente, el nombre de YoonGi le vino a su cabeza. Era otra cosa que deseaba ganarle a los Jung.

-¡Por dios! SeokJin Estás siendo ridículo- Dijo BaekHyun sentado a su lado -¿Quieres un amante o un esclavo de casa? Además, YoonGi es nuestro mejor amigo, sería un matrimonio desastroso-

-¡¿Baek?!- Del susto que se llevó, Jin gritó. Dio un volantazo en el coche y todo su mundo comenzó a girar. Fue violento. Fue intenso. Y de repente todo se volvió oscuro.

-¿Seguro que te encuentras bien para esto?- Jin giró su cabeza para mirar a JungKook a su lado.

-¿Por qué no lo estaría?- lo cierto era que desde esa mañana no se había encontrado del todo bien. Estaba agotado y cuando podía dormir no tenía buenos sueños. Al menos no en los últimos días. Sus pesadillas eran más y más comunes cada vez. Anteriormente, había tenido malas noches. Y el médico le dijo que muchas de sus alucinaciones eran a causa del tumor en su cabeza. Pero ¿Por qué sueños? Porque siempre soñar con Baek y su pasado después de su muerte. Era una mierda siempre tener vividos recuerdos del tiempo en que su corazón estaba muerto por la pérdida de su amante y él seguía siendo el rey del mundo.

-¿Se te ha calmado el dolor de cabeza?- Preguntó JungKook entregándole la carpeta. Jin la tomó de mala gana.

-No, sin embargo, no importa- Jin tenía que hacer esto y no había marcha atrás.

Jin fingió una sonrisa mientras con la mirada buscaba la mesa donde su cita lo esperaba. No tardó mucho en encontrar al hombre que había venido a buscar. Jackson Wang.