Lucha por la vida [KookJin] {Adaptación}

Capítulo 13

Después de reenviar la última circular a los empleados de la empresa. JungKook levantó la vista para observar a Jin recostado boca abajo en el sofá. Uno de sus brazos estaba caído sobre el borde. La puerta de la oficina estaba cerrada con seguro y nadie más sabía que el que estaba en el escritorio contestando y reenviando correos en realidad era JungKook. Desde que llegó a América. Jin le había dado carta blanca para que se encargará de todo. Pero nadie sabía de ellos. Para los demás era el asistente y mayordomo del hombre. No obstante, en realidad en la práctica era Jin. El hombre solo se limitaba a firmar todo documento que JungKook le pasaba. No cuestionaba nada. Ni dudada de él. Si JungKook fuera otro tipo de persona ya lo hubiera dejado en la calle. Que Jin confiara tanto en él era abrumador. Jin estaba confiando su propia vida en JungKook.

Cuando estaban en la casa de Jin no había ningún problema. Sin embargo, en la oficina tenía que ser sumamente cuidadoso de que nadie descubriera la condición real de Jin. Aunque parecía que a su jefe le daba lo mismo. Ahora mismo si alguien decidía entrar. Estarían perdidos. Jin estaba fuera de combate. Se había esforzado mucho anoche. Después de todos los estudios y análisis a los que había sido sometido, había tenido que acudir a la fiesta. Aunque su prioridad no fue el nuevo CEO. Si no que su amigo Jimin se reconciliara con su amante.

JungKook se había prometido que, al aceptar este trabajo, no debería involucrarse sentimentalmente con nadie. Ni con Jin ni con los amigos de este. Pero tenía que admitir que fue algo realmente… Interesante.

Dos hombres.

Sexo entre hombres.

Romance entre hombres.

Era muy común en todo el mundo ahora. Pero Estados Unidos era más liberal en ese aspecto. Reconocía que él no era homofóbico. No obstante, tampoco era que se sintiera cómodo viendo a dos hombres o a dos mujeres besándose en a la calle. Aun así, lo ocurrido anoche fue… Romántico. No se lo diría a Kim en voz alta. Sin embargo, secretamente deseo que el plan del pelirrojo funcionara. Jimin parecía una persona agradable, aunque no lo había tratado mucho.

Después de que la pareja terminara el show. Kim quiso marcharse inmediatamente. Ya había soportado suficiente. Hasta JungKook se sorprendió de que hubiera resistido tanto. De camino a casa. Compraron comida chatarra para cenar. Aunque al final Jin no cenó. Ni siquiera pudieron dormir mucho. Jin tuvo una crisis y la fiebre era la peor parte. Esa mañana no tuvieron escapatoria. La última sesión de la junta directiva era en menos de una hora. Oficialmente, firmarían el último acuerdo y entregaría la oficina a Jackson Wang.

Jin gimió desde el sofá. JungKook se levantó. Por lo general cuando Jin despertaba de una siesta. Tenía náuseas y ganas de vomitar. En casa no había problemas, pero si manchaba la alfombra de la oficina. Sería algo difícil de explicar. Ya que tendrían que entregarla en una hora.

—¿Kim?— JungKook se inclinó sobre él. Toco su frente. Al menos no parecía tener fiebre. Jin se movió un poco. Abrió un ojo. Luego gimió y volvió a cerrarlos.

—¿Qué hora es?— Gimió.

—Diez treinta— JungKook sirvió un poco de agua. Después lo ayudó a girarse  y a incorporarse. El hombre estaba pálido. —Aún podemos suspender la junta. Total. Ya todo está firmado—

—De ninguna manera— Jin se enderezó —No quiero que Wang y los demás piensen que soy un cobarde por no hacerlo en persona.

JungKook rodó los ojos.

—Eso solo es orgullo— JungKook buscó en el maletín de Kim sus pastillas —La documentación está firmada y notariada. ¿Por qué hacer una ceremonia sobre ello? Jackson Wang es ahora el director ejecutivo de la empresa. Fin del asunto—