Capítulo 36

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Castle Russell, Irlanda...

Era muy común las lluvias en Irlanda. Que lloviera en un funeral era realmente dramático. Jin apenas y había alcanzado a llegar al cementerio. Y todo fue gracias a su indecisión de asistir o no.

<<Es para acompañar a mi abuelo>> Se convenció a sí mismo. MinHo, más que su mayordomo y fiel sirviente, fue un gran amigo para su abuelo. Aparte de sus padres y sus abuelos, nadie más de la familia Kim estaba ahí. ¿Por qué asistirían? Si MinHo hubiera sido no más que un sirviente. Sonrió. Al contemplar la cantidad de personas ahí reunidas para darle el último adiós al hombre, llegó a la conclusión que ni toda la familia Kim junta podría reunir a tantas personas en su funeral. MinHo era también apreciado por la gente del pueblo. Algo que la gran poderosa familia dueña del castillo no podría presumir.

Jin se permitió mirar a JungKook. Cuando Jin llegó al cementerio la ceremonia ya había iniciado. Su vista se había cruzado con la de JungKook. Solo un instante, antes de que JungKook apartara la mirada bruscamente. Ahora mismo solo podía contemplarlo desde lejos.

La intensa lluvia caía sobre él, implacable. JungKook estaba ahí, de pie, erguido como un árbol imposible de doblegar. A su lado, su madre lo sujetaba de un brazo, su hermano abrazaba a su hermana, y la tercera chica a un costado de JungKook sin duda era Jisoo. ¿Novia? ¿Exnovia todavía? Tal vez ya hasta se habrían casado a esas alturas. JungKook tenía la mirada fija en la sepultura a sus pies. Aquella mirada estaba cargada de dolor.

Jin no quería hacer otra cosa que estar ahí, a su lado. Pero era algo imposible. Poco a poco la lluvia comenzó a calmarse. Y la ceremonia terminó. Los familiares arrojaron flores a la sepultura y cuando comenzó a descender el féretro a las entrañas de la tierra, Jin se estremeció. Durante meses él estuvo bromeando con su muerte, de cómo sería su funeral y esto era tan real. De verdad no era nada divertido. También era injusto. Jin había estado enfermo gravemente. En peligro verdadero de morir en varias ocasiones. Y de buenas a primeras un hombre como MinHo había fallecido.

Era tan dolorosa la situación, pero Jin no podía apartar la mirada de JungKook. Habían pasado meses desde que se habían visto. Y Jin pensó que, con el paso del tiempo, volverlo a ver, sería menos doloroso. Se equivocó. Ahora que en verdad aceptaba lo que sentía, podría decir que, a pesar de las circunstancias, que JungKook era apuesto con su masculino rostro de nariz recta y barbilla cuadrada, y a sus hombros musculosos bajo el traje ajustado. Él se veía realmente bien.

—MinHo enfermó unos meses atrás— Susurró su padre a su lado.

Jin frunció el ceño.

—¿Por qué no me lo dijiste?— Su padre le puso una mano en el hombro, recordándole donde estaban. Señaló con la cabeza la vereda del camino indicándole que deseaba que lo acompañara. Jin miró donde estaba JungKook. Quería acercarse… ¿Para qué? Su padre hizo más presión con la mano.

—Puedes hablar con él más tarde— Insistió su padre.

—Sí, papá— dijo Jin, siguiendo a su padre por el sendero de piedra. El lugar era hermoso, llenó de lápidas, pero eso no lo hacía nada aterrador. Caminaron varios metros, hasta que su padre se decidió a hablar primero.

—Parece que el viaje te ha sentado muy bien— Su padre sonrió.

Jin apretó la mano en su estómago.

—No del todo mal, dieta y ejercicio han hecho que recupere un poco de masa muscular— Aunque nunca volvería a tener el cuerpo que tuvo, ni la fortaleza. No podría ejercitarse tanto como le gustaría, aún se agotaba demasiado.

—Estoy muy orgulloso de ti, hijo— declaró su padre —Siempre lo he estado, eres un buen hijo y un excelente ser humano. Además, has demostrado lo valiente y decidido que eres. No te acobardaste ante el gran reto que te puso la vida— Jin estudió el semblante de su padre.

Lucha por la vida [KookJin] {Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora