Kara POV.
Acababa de pasar una noche algo curiosa con los Luthor. No esperaba de ninguna manera su visita y pensé para mí, que quizás pasaría un tiempo, antes de volver a verlos. Esos chicos y su madre, al parecer están muy al pendiente de nosotros, y me alegra ver que son amigos de los señores Kent. Espero que ellos también puedan ser nuestros amigos ahora, ya que oficialmente Kal y yo somos unos Kent, al menos en nombre, por supuesto. Aunque estuve muy callada en la mayor parte de la velada, aún no me sentía acostumbraba del todo al estar aquí en la Tierra. Tampoco lo hacía fácil para mi, sentir tantas cosas a la vez. Tener todas mis sensaciones multiplicadas por las alteraciones que mi cuerpo sufre por estar aquí en este planeta, me hacen tratar de alejarlas de mi cabeza, por lo que tiendo a abstraerme de mi entorno la mayor parte del tiempo, quedándome en completo silencio. Los Kent, parecen entender y asimilar mejor que yo todo lo que está pasando, así que hasta el momento no he sentido ninguna presión por su parte, y se los agradezco profundamente. Bueno, aunque eso fue antes de que llegaran los Luthor a casa. Siguen siendo extraños, a pesar de todo, y no sabían lo que me había estado pasando en el tiempo que dejamos de vernos. Por esa razón, apenas y acabé mi deliciosa comida, me retiré de la mesa, apenas despidiéndome vagamente de todos ellos, queriendo volver a la seguridad de mi habitación.
Gracias a Rao que dentro de mi habitación, todos los abrumadores sonidos se calmaban, y me sentía en paz con el silencio que llenaba todo el lugar. Suspiro cansada por sentirme así, anhelando mi habitación para calmar mi mente, pero deseando también compañía. Me quedé de pie, recargada sobre la puerta de mi habitación, pensando en las pérdidas y los inesperados cambios que he vivido, cuándo mis cavilaciones son interrumpidas abruptamente cuándo siento unos suaves toques en mi puerta. Mi ceño se frunce. ¿Quién podrá ser? Dejo salir un poco del aire contenido y retirándome de mi lugar, me giro sobre mis pies y tomo el pomo de la puerta entre mi mano, y la abro inmediatamente. jadeo por la sorpresa de encontrarla a ella. La persona frente a mí, es la misma que no quitó sus hermosos ojos verdes de mi en toda la noche, la misma que nos ayudó a Kal y a mi, la chica con una hermosa sonrisa es la que está frente a mí ahora, mirándome y sonriéndome cuándo quedo completamente a la vista de ella.
- Oye, hola.- dice Lena con su voz suave cómo saludo. Me siento algo mal por ni siquiera dirigirle la palabra en toda la noche, sabiendo que ella sólo ha sido amable conmigo desde que nos conocimos y que sobre todo, ha buscado ayudarme. Me siento peor aún, al saber que hui de todos ellos. - Hola, Lena, pasa.- le contesto y me retiro lento de la puerta, dejándole espacio para que entre en mi habitación. Ella me sonríe, antes de guiarse dentro. - Disculpa si te seguí, pero quería saber cómo estabas.- dice en disculpa. Mi expresión cae enseguida y ella lo notó de inmediato. - Sólo si quieres decirme, por supuesto, no me debes nada.- dice apresurada. Su nerviosismo me causa gracia y le indico la silla frente a mi cama, para que se siente en ella, mientras yo viajo a mi cama, sentándome en el borde de está. Tomo una profunda respiración, antes de empezar a relatar lo que han sido estos días y todas las cosas que me han pasado y que en mi vida imaginé vivir. - Si te soy sincera, no sé cómo me siento. Apenas hace unos días tenía todas estás expectativas en mi planeta y tenía a mi familia completa, y ahora estoy aquí, en un planeta que no conozco, sin familia, sin un hogar al cual volver, con Kal, que no sabe qué está pasando a su alrededor. Incluso tenemos nuevos padres, ¿Sabías que somos oficialmente unos Kent ahora?- le pregunto calmada a Lena. Ella asiente. - Mamá habló con la señora Martha cuándo le contamos de ustedes y ahí le mencionó sus planes de adoptarlos.- me confirma. Suspiro cansada. - Simplemente todo ha sido demasiado. Y estoy agradecida con los Kent por cuidarnos y por ser buenas personas, se les nota por cómo nos tratan. Al igual que estoy agradecida con tú hermano y contigo por ayudarnos. Pero no puedo dejar de pensar que esto está mal. Que no debería estar aquí. Que debería estar en mi planeta Krypton, y me doy con la pared de la frustración, cada vez que lo pienso, porque eso ya es imposible.- le digo a ella en tono frustrado. - Está bien no estar bien, Kara. Permítete sentir todo. Piensa en que tus padres están bien sabiendo que tú y tú primo pudieron salvarse, y que pueden continuar con su vida.- dice intentando calmar mi angustia. Claro que lo he pensado, por supuesto que sí. Pido en cada oportunidad a Rao que su luz los ilumine, dónde quiera que ellos estén ahora. - No puedo, Lena. Pienso en la posibilidad de que ellos sacrificaron su última oportunidad de sobrevivir por mi. ¿Sabes que es sentir que tú vida es la muestra de él sacrificio de tus padres?- le pregunto angustiada, y luego suspiro cansada por todo. Lena se levanta despacio y se dirige a mi encuentro. Toma mis manos suavemente y ahí es cuándo dirijo mi mirada a ella. Tengo miedo de causarle daño con mi toque, ya he roto demasiadas cosas en está casa por la fuerza que tengo, y no me perdonaría lastimarla a ella. No tengo ni idea de que me está haciendo este planeta y eso me cansa aún más. - Estoy segura de qué para ellos era más importante tú vida, y aunque quisieran estar contigo en ella, sabían que siempre vivirían en ti. Ellos no morirán y Krypton no desaparecerá, porqué todos ellos viven en ti, Kara, en tus recuerdos pero sobre todo en tú corazón. Y sí, Kal es aún un bebé, pero cuándo él crezca, también le enseñarás sobre dónde viene y lo que significa que estén aquí, a salvo, tal cual cómo sus padres querían y con personas cómo los Kent, que los cuidarán con su vida.- me dice ella en un tono tan firme, queriendo transmitirme algo de seguridad, y quiero con todo lo que soy creer en sus palabras. - También puedes contar conmigo, y con mi familia. Ni tú y ni tú primo estarán solos nunca, debes saberlo y tenerlo siempre presente, porque así será.- me promete.
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Colors
FanfictionKrypton se ha ido para siempre. Kara Zor-El, pensó que ese era el final de su historia, y de la vida cómo la conocía. Con su pequeño primo y en un planeta nuevo que descubrir, Kara entenderá que lo que les sucedió, sólo era el comienzo de la aventu...