Lena POV.
La incertidumbre es sin duda alguna, la condena de los desgraciados.
No saber que nos había roto, era mi tortura día tras día, sin ni siquiera tener un porqué de su parte. Pasamos de hablar por horas de cualquier tema, a un silencio absoluto. Sus padres no eran capaces de decirme más que nada. Incluso intenté hablar con Lex, pero enseguida me dijo lo decidida que estaba Kara sobre lo que sea que pasó. ¿Qué tan malo pude haberle hecho? Me devané los sesos recordando cada palabra, cada momento, cada suspiro compartido, y la respuesta era siempre la misma: Nada, no le había hecho nada. Y lo que terminó de matarme, fue recibir de vuelta las palabras escritas con tanto cariño sobre el papel para ella. Aunque me dolía en el alma su rechazo, lo entendí, tuve que hacerlo. Ella no me quería en su vida y tenía que aceptarlo, aunque me doliera. Aceptaría cualquier cosa, siempre que viniera de ella, incluso sí eso que me daba era su distancia.
El vuelo de regreso a Metrópolis, fue todo menos satisfactorio. Todo el tiempo estuve imaginando qué le diría, y qué tendría Kara para decirme sus razones para ignorarme. No estaría un segundo más sin saber qué nos rompió. Ella tendrá que responderme, así podré cerrar toda nuestra historia, por más que me duela hacerlo.
- Lleva las maletas a casa, yo iré andando desde aquí, dile a mi madre que después iré con ella.- le indico al chófer qué me esperaba a la salida del jet. Él sólo asiente, para luego tomar su camino de regreso con mis maletas entre sus manos, hasta el coche. Espero hasta que él se pierde en la carretera, para iniciar con mi caminata hasta el lugar de mi destino.
Mis pies andan rápido por el camino tan conocido a la granja. Preferí ir de está manera, para calmar los terribles nervios que sentía y tratar de pensar bien qué le diría cuándo la tuviera frente a mí. La falta de sueño y los días sin descanso, me pasan factura por el esfuerzo que hago ahora mientras camino presurosa a la granja Kent. Mis pulmones jadean por aire, mientras continúo mi camino con absoluta determinación.
Pero ni las eternas horas imaginando nuestro reencuentro, ni el tiempo qué me tomó llegar hasta la granja Kent, me prepararon para volver a verla. Kara parece una increíble ilusión frente a mí. Es tan hermosa, con el sol bañando su esbelto y fuerte cuerpo, su dorado cabello suelto agitado por el esfuerzo, mientras acomodaba el heno en una pila ordenada en el suelo. Hacer eso no debería ser sensual, pero joder, es Kara Zor-El de quién hablo, y ella es el maldito significado de la palabra sensualidad.
Pero eso no es a lo que vine aquí, me reprendo enseguida. No te disperses, Lena. Vine a terminar con está incertidumbre que me dejó su ausencia, y para saber por completo sus razones. Con eso en mente, caminé con rapidez hasta llegar a ella.
Pero después escucharla decir todas esas cosas, no hizo más que refrescar mi alma con alivio puro. Kara estaba celosa. Ella estaba demasiado celosa de Andrea, de entre todas las personas. Sería incluso divertido, si no fuera porque casi me muero imaginando otras terribles posibilidades de su lejanía hacía mí. Le aclaré con tanto gusto que éramos familia, cómo nunca antes lo había hecho con alguien en mi vida. Pero lo mejor de todo, fue volver a sentir sus sedosos labios besando los míos. Estuve tan pérdida, angustiada y dolida por perderla, pero mientras permanezco tan gustosamente enredada entre sus suaves y llenos labios, con Kara correspondiendo las caricias de mis labios con avidez, me siento en casa.
No sabía que necesitaba tanto la fuerza de su cariño, pero lo hacía y mucho. Esa fuerza me sirvió para lo que siguió. Un gruñido detrás de nosotras, nos hizo apartar de nuestro anhelado beso. Kara abrió sus lindos ojos y antes de enfocarse en los míos, los fijó en quiénes nos habían interrumpido. Suspiró fuertemente y sus brazos dejaron su lugar en mis hombros. Sentí con pesar la pérdida de su calor, pero me recompuse rápidamente. Me giro sobre mis pies y encuentro a los señores Kent frente a nosotras, que nos miraban con el ceño fuertemente fruncido, mientras un Kal vestido con un mono azul nos observaba con diversión entre los brazos de Jonathan.
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Colors
FanfictionKrypton se ha ido para siempre. Kara Zor-El, pensó que ese era el final de su historia, y de la vida cómo la conocía. Con su pequeño primo y en un planeta nuevo que descubrir, Kara entenderá que lo que les sucedió, sólo era el comienzo de la aventu...