Kara POV.
Nuestra luna de miel fue simplemente de ensueño. Recorrimos de la mano algunos pequeños y coloridos pueblos en varias partes de Europa. Encontramos a gente estupenda y otros bastante peculiares en cada sitio al que fuimos. También nos conocimos mucho más entre nosotras, si es que era posible después de prácticamente media vida juntas. Es una locura sin duda, pero es nuestra locura y es una muy hermosa. No sabía lo que significaba para el corazón casarte con el amor de tú vida, hasta que lo hice. Cada beso que se dan nuestros labios, cada palabra susurrada en la mitad de la noche, cada suave caricia de nuestros cuerpos unidos, hacía sentir nuestro amor más profundo, más sincero, cada día era así y amo cada segundo, porque amo profundamente a mi mujer. Y nos dedicamos a amarnos la mayor parte del tiempo en nuestra luna de miel. Y aunque nuestras madres al día siguiente de nuestra boda, nos llamaron enojadas por habernos ido de nuestra fiesta sin siquiera despedirnos de nadie, pero después del regaño por nuestra desconsideración, ellas entendieron que no podíamos atrasar más lo que queríamos, que era por fin estar juntas y solas, consumando nuestro amor una y otra vez.
Pero teníamos que volver a la realidad en algún momento. Dos semanas después de nuestra escapada romántica y de los mejores días de nuestras vidas hasta la fecha, y con una maleta llena de recuerdos para nuestra familia, volvimos a Metrópolis. Aunque debo decir que por mucho que haya disfrutado de los nuevos sitios que visitamos, siempre era agradable volver a casa. Aún no supero que mamá nos haya dado la granja cómo regalo de bodas. Y hablando de ella, cuándo entramos a nuestra casa, con mi mujer cargándome al estilo nupcial entre sus brazos para mi felicidad, fuimos completamente sorprendidas al encontrarnos con los gritos de bienvenida de Lilian, Lex, mamá y Kal. No dejé de entusiasmarme por verlos allí, y cuándo Lena, me bajo de sus brazos, corrí a abrazarlos a todos. Lena, se unió al abrazo grupal, y se sintió aún mejor estar en casa de nuevo, se sintió cómo familia, porque lo somos.
Esa tarde bebimos mucho alcohol, y aunque este que trajeron no me afectaba debido a mi metabolismo alienígena, y no me emborrachaba cómo el que mi mujer creó para nuestra boda, era muy divertido ver cómo todos se deshiniben a causa de este. Hubo un momento en medio de esa tarde, en el que entre Lena y yo interrogamos a mi cuñado sobre Cossimo, y lo que habíamos visto ese día en nuestra boda. Él nos aseguró que después de tanto tiempo sin verse, la llama simplemente se encendió de nuevo y qué ese día del reencuentro en la fiesta de nuestra graduación, fue la realización de eso. Y que el día de nuestra boda, sólo se habían rendido a lo que ambos querían. Siempre sospeché que Lex, era la razón por la cuál mi amigo no intentaba hacer funcionar sus relaciones, pero me sorprendió ver qué a Lex, no le era indiferente tampoco. Mi esposa y yo lo amenazamos y le exigimos que trátase bien a mi amigo, y mi cuñado juro que ahora sí quería ver hasta dónde podían llegar ambos, pero que por el momento estaban haciéndolo funcionar día con día. Ambas estuvimos satisfechas con su respuesta y dejamos a nuestro cuñado tranquilo y volvimos con los demás a la pequeña reunión de bienvenida.
Hasta muy noche, estuvimos con nuestra familia charlando, entregando los recuerdos, bailando, o intentándolo por mi parte, nunca se me ha dado bien hacerlo, pero no podía negarme a los deseos de mi esposa o hacerle el desplante a mi cuñado o dejar al pequeño Kal, con su invitación rechazada, y fue divertido estar con ellos, no sabía cuánto los extrañaba, hasta que los vi de nuevo.
Cuándo se fueron a altas horas de la madrugada, dejándonos solas en la amplia casa, lo único que pudimos hacer fue dormir. Me acurruque en el pecho de mi hermosa, Lena, escuchando el sonido pausado y rítmico de su corazón, y abrazándola fuertemente y ella a mí, nos dormimos enseguida.
Al día siguiente, Lena, fue a LuthorCorp, para entrar cómo Jefe del área de IA. Por mi parte, ingresé al Hospital General de Metrópolis, cómo parte del equipo médico de emergencias, mientras iniciaba mi especialización en cardiología pediátrica. Me decidí por está rama, por mi amor por los niños, y al saber que es casi imposible tener los míos propios, con esa especialidad, podría ayudar a los niños, los seres más inocentes de la Tierra, para ayudarlos sí por desgracia tienen una enfermedad congénita en su corazón o en el sistema cardiovascular, o si por el contrario la adquieren en el transcurso de su crecimiento. Y sobre todo, recuerdo que Jonathan sufría una afección desde pequeño, y me gustaría ayudar a los niños que pudieran estar así o aún peor de lo que él estuvo alguna vez. Esto me da mucha ilusión, y aunque decidí estudiar medicina por mi padre Jonathan, que me inspiró a dedicar mi vida a esto, quiero ayudar a los más pequeños, y sé que es lo correcto, lo estoy haciendo por mí, y por todos esos pequeños que espero ayudar en un futuro con mis conocimientos y habilidades.
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Colors
FanfictionKrypton se ha ido para siempre. Kara Zor-El, pensó que ese era el final de su historia, y de la vida cómo la conocía. Con su pequeño primo y en un planeta nuevo que descubrir, Kara entenderá que lo que les sucedió, sólo era el comienzo de la aventu...