Capítulo 9

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Narra Pablo
Al llegar al hospital puedo sentir el ambiente tan triste que hay a nuestro alrededor, cojo su mano y me da una pequeña sonrisa.
-Tranquila-le digo en el ascensor, evita mi mirada y siento sus pómulos calientes.
Los dos nos dirigimos a la habitación y la primera que entra es ella, después de un rato entro yo. Entonces es cuando se lo que está sufriendo Valentina, su hija respira gracias a una máquina y parece estar más en el otro mundo que en este.
-Lo siento-me susurra Valentina y marcha de la habitación, no la persigo, me siento al lado de Lucía acariciándole la mano.
- Recuérdame ahora que ya decidiste ir con él, que sea lo que deba ser aunque a mi me toque perder...-le canto a su oreja-No puedes morirte-susurro-Le destrozarías el corazón a tu madre.
-¿Pa...blo?-dice en voz tan baja que casi no se oye-Dile a mi mamá que la quiero.
-Si...-digo aguatando mis ganas de llorar-Espera que la busque.
Salgo de la habitación corriendo por los pasillos, la busco en la cafetería y es cuando siento que algo se rompe dentro de mi cuerpo.
La veo dándole un beso a un hombre alto, fuerte, con el pelo moreno y con un kilo de laca. Ella gira su cabeza en mi dirección dándose cuenta de que acabo de ver todo. Antes de que se acerque a mi huyo de aquel lugar sollozando.
-¿Por qué siempre me hacen daño?- le pregunto al mar-Confíe en ella, ella confío en mi para luego clavarme una espada en la espalda-esta vez grito, siento ira y a la vez un gran nudo en mi garganta hasta que pienso en la pequeña sonrisa de su hija-La quiero-y lloro tumbado en la arena.

20:15
-¿Pablo?-me susurra una voz, abro poco a poco los ojos y me encuentro sus bellos ojos.
-Vete-le susurro aunque me duele decirle eso.
-Tiene una explicación-dice timidamente cayendo sus lágrimas sobre mi cara.
-Me siento engañado...-aparto sus lágrimas con mi dedo pulgar y ella cierra sus ojos mordiendose el labio.
-Lo siento, tienes razón, pero él fue el único que me dio un hogar cuando tuve a Lucía-comenta a trompicones-el único que me ha querido. Se lo debo, le debo la vida-dice desesperada.
-¿Prefieres a él que a mi?-me sincero, ella acaricia mi cara.
-No le quiero, yo te quiero a ti, te amo... pero no puedo dejarle-se levanta y observo sus pies alejarse hacia el mar-Sabes, lo mejor es desaparecer como lo ha hecho Lucía-y al oir eso siento desfallecer, su hija... Su hija ha muerto...
-¡No puedes hacerlo!-le grito y veo que ha desaparecido dentro del agua.
Y sin darme cuenta corro para meterme en el agua, no la encontraré antes de tiempo, no veo nada y no es que sea un buen buceador...

~Nota de la autora~
Omg! Cuando parecía que todo iba bien... Sucede eso... Pobre Pablito :( Bueno ¿Qué os parece? Espero que os esté gustando
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No voy a perseguirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora