Diego Lainez

426 6 0
                                    

María, más conocida en Twitch como MaraCedaño, abrió directo sobre las doce de la mañana. Saludó a los que se iban uniendo y empezó con un Just chatting para después cambiar a GTA V, donde estaba en un server llamado London Eye.

Su trabajo era ser policía, y la verdad, es que lo hacía muy bien a pesar de ser su primera vez en un server.

María comenzó su carrera en las redes como youtuber y luego, se pasó a Twitch jugando al FIFA, haciendo Just chatting o reaccionando a vídeos que les enviaba sus seguidores. Poco a poco, los seguidores de Youtube la siguieron a Twitch y mucha más gente la seguía en la última plataforma.

Al cabo de un rato, tras unas persecuciones y unas detenciones, se encontraba en plenas negociaciones en un robo. Una compañera suya se estaba haciendo cargo de esas negociaciones mientras que el resto esperaba a las órdenes.

El teléfono de María empezó a sonar encima de su escritorio y su mirada se desvió hacia él. Diego Lainez, su novio. Su ceño se frunció. Él sabía que estaba haciendo stream. ¿Por qué la llamaba?

María sacó un teléfono para su personaje dentro del juego.

—Es una llamada importante. Ahora vuelvo —le avisó a su compañero y justo cuando recibió una confirmación de su parte, se apartó del lugar. Tomó su teléfono—. Ahora vuelvo, mis amores.

Se silenció del stream con una sonrisa y atendió la llamada.

—Hola, amor —le contestó con una gran sonrisa—. ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día?

Bien. Todo bien. Los entrenamientos como siempre duros. Oye, ¿tienes un momento para hablar?

Su ceño se volvió a fruncir.

—Estoy en medio de un stream. ¿Puede esperar un poco más?

Se hizo un corto silencio.

Sí, claro. ¿Me llamas cuando hayas terminado el stream?

—Claro, cariño. Te quiero.

Yo también. Hasta luego.

María cortó la llamada un tanto preocupada y con incertidumbre. ¿Qué le tendría que decir? Llevaban cerca de tres años de relación a distancia. Su relación empezó un poco dubitativa, porque ninguno de los dos sabía si su relación iba a durar debido a los kilómetros de distancia que había entre ellos dos, pero lo llevaron bien. Se adaptaron a sus horarios, procuraban hablar cada día por videollamada o, sino, una simple llamada.

Todo iba genial.

Cuando María regresó con sus compañeros dentro del juego, se dio cuenta de que la estaban esperando. Sin decir ninguna palabra, se metió en el coche de su compañero, donde él iba de conductor.

—Nosotras en cabeza, compañeros —avisó la compañera que había realizado las negociaciones—. Código 100 cuando veais que ha cruzado los límites, ¿de acuerdo?

—Afirmativo —respondió María. Se desmuteó del stream para que su público de más de 500 espectadores la pudieran escuchar—. ¿Preparado, compañero?

—Sí, compi. ¿Y tú?

—También.

La conductora del otro coche hizo una cuenta atrás y cuando llegó al cero, el coche de los ladrones salió a gran velocidad. El primer coche policial salió detrás de ellos y ellos, detrás. Estuvieron unos minutos intentando despistar metiéndose por callejones y calles estrechas, pero ellos ya estábamos acostumbrados a esos trucos.

María no paraba de pensar en la pequeña conversación con su novio. El tono que había usado Diego no era uno feliz y despreocupado. Era más bien uno inquieto.

One Shots 2 [CERRADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora