Lando Norris

622 6 9
                                    

El trayecto desde el aeropuerto de Bristol hasta el pueblo de Glastonbury se me hizo bastante entretenido. Las vistas desde el coche no eran increíbles, pero vi árboles verdes y mucho campo. Me causaba nostalgia, puesto que mi familia era de un pueblo de Galicia, España. Y todo allí era todo verde y con mucha vitalidad.

Mi amiga Martina me recogió en el aeropuerto y nos dirigimos a su casa. Ella vivía en Inglaterra desde hace varios años. Nos pusimos al día en el trayecto.

Su casa me impresionó. Bien decorada y bastante normal. Dos habitaciones, un baño, cocina y el salón.

—Esta es tu habitación. —Me abrió la puerta y encendió la luz—. Suficiente para ti. Tenemos que compartir baño. Lo siento por eso.

—No pasa nada. Me encanta la habitación.

Paredes color crema y muebles negros.

—¿Tienes hambre? —preguntó.

—No mucha.

Seguimos conversando sobre los horarios de la comida. Como ya sabía, aquí se comía más pronto que en España. Sobre la una, ya estábamos comiendo. Me habló de la fiesta de cumpleaños de un amigo suyo y me invitó, por lo que yo acepté de inmediato.

Para eso estaba aquí. Quería fiesta y pasármelo bien. Para eso estaban las vacaciones de verano.

Durante la tarde, se escuchó el ruido de un motor de coche. Como persona cotilla, tuve que ir a la puerta para ver quién era. De un taxi, se bajó un chico con una gorra y vestido de manera casual.

—Será el hijo de los vecinos de al lado. Viene sobre estas fechas, pero se va a la semana —me informó Marina desde el salón.

Cuando empezó a caminar hacia su casa, pude ver su cara e identificarle.

—¡Es Lando Norris! —exclamé emocionada.

Marina se acercó corriendo.

—¿Quién?

—Piloto de la Fórmula 1.

Regresé al salón, tomé mi teléfono y salí de casa sin pensarlo dos veces. Lando giró su cabeza hacia la entrada de la casa. Será porque salí con rapidez.

Me quedé parada, mirándole. No me lo podía creer. Mientras, Lando me observaba esperando a que dijera algo.

—Hola. Me llamo Camila. Soy muy fan de la Fórmula Uno. —Me acerqué con el móvil en mi pecho—. ¿Podría hacerme una foto contigo, por favor?

Él asintió con una sonrisa, se acercó a mí y nos hicimos la foto. Lando bajó su mirada por todo mi cuerpo.

—No eres de aquí, ¿verdad?

Negué con la cabeza.

—Solo estoy de vacaciones. Me estoy quedando en la casa de mi amiga. —Lando asintió—. Muchas gracias por la foto.

Él volvió a sonreír y cada uno regresó a su hogar. Al cerrar la puerta, me apoyé en esta y cerré los ojos para luego pegar un grito de emoción.

—¿Qué tal? —me preguntó Marina.

—Genial. Ha sido amable.

—¿Y has salido en calcetines?

Mi mirada bajó a mis pies.

—Joder —murmuré.

Me quité los calcetines mojados. Había llovido a los minutos de llegar y había parado hace media hora, sin embargo, me olvidé por completo por culpa de la emoción y de la ilusión.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

One Shots 2 [CERRADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora