Sergio Llull

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Se conocieron en un bar. Alexandra tocaba en dinero con su guitarra y canciones compuestas por ella. En la otra punta del bar, Sergio estaba con algunos compañeros del equipo y también amigos. Hablaban y reían hasta que Sergio cruzó su mirada con ella.

Fue atracción a primera vista por parte de él. Pensó que una diosa se había cruzado en su camino.

Alexandra bajó del escenario con algunos aplausos después de cantar "Entre nosotros". Se acercó a la barra y pidió una cerveza.

Ya había acabado de cantar.

Ella dejó escapar un suspiro de su boca a la vez que se estiraba sus brazos hacia arriba. Estaba derrotada.

Lo único que quería hacer es dormir.

Pidió unas raciones y se sentó en una mesa, sola. Sacó su teléfono móvil y comenzó a ver sus redes sociales.

Sin embargo, Sergio seguía mirando a la muchacha.

—Sergio, ¿estás escuchando? —le dijo uno del equipo.

Sergio le miró.

—¿Qué?

—Pronto es el cumpleaños de Rudy y vamos a hacerle una fiesta. ¿Te apuntas? —repitió Jaycee.

Sergio asintió.

—Claro —Sonrió. Terminó de beberse la cerveza sin alcohol y se levantó de su asiento—. Voy al baño.

Sergio caminó hacia el baño, pasando al lado de la joven. Ella le miró mientras pasaba por su lado.

No sabía porqué la miraba tanto. ¿Tenía algo en la cara?

Puso la cámara en su móvil y se miró a sí misma. No había nada en su cara.

Dejó el teléfono a un lado y siguió comiendo de la ración de ración de croquetas. Cuando Sergio salió, los dos se miraron y ella habló sin pensar:

—¿Por qué me miras?

Él se sonrojó un poco y se acercó a ella. No tenía voz para hablar.

—Porque cantas muy bien, bastante bien.

Esta vez, Alexandra se sonrojó.

—Gracias, supongo —murmuró.

—Me llamo Sergio —Estrechó su mano.

Ella le miró y tuvo que levantar la cabeza más de lo normal para mirarle.

—Alexandra —Cogió su mano.

Los dos sonrieron.

—Y así fue cómo nos conocimos. Había demasiada timidez de por medio —Todos los presentes rieron ante la anécdota que había contado ella—. Cita tras cita, supimos quitar esa vergüenza y conocernos mejor. Hemos soportado los malos momentos por parte de los dos y hemos sabido disfrutar de los buenos. Y ahora, voy a cantar una canción que he compuesto especialmente para este día.

Todos aplaudieron. Alexandra caminó con un vestido blanco largo, ceñido y de encaje por su pecho mientras que a partir de la cadera, era con volantes y abultado.

Era de tirantes y tenía toda la espalda descubierta.

Y, aunque tuviera tacones, no llegaba a la altura de Sergio.

Su pelo castaño claro estaba recogido en un bonito tocado y sus ojos azules resaltan por el maquillaje.

Comenzó a tocar la guitarra y, poco después, empezó a cantar una canción lenta sobre su tu historia de amor.

Se emocionó al cantar las últimas notas y levantó su mirada para mirar a su marido. Él también estaba conmovido.

Volvieron a aplaudir.

Caminó hacia su esposa, le quitó con delicadeza la guitarra y puso sus manos en su cintura. Ella puso sus brazos alrededor de él, haciendo que sus frentes se tocaran.

—Eres lo mejor que hay en este mundo, Alexandra —susurró Sergio.

Los dos sonrieron con lágrimas en los ojos.

—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida —murmuró ella—. Si no hubiéramos coincidido en aquel bar hace tres años, no estaríamos aquí.

Rozaron sus narices y después, terminaron en un beso tierno y suave. Se separaron con una sonrisa de felicidad.

—Te amo —dijo él.

—Yo también.


***

¡Este one shot es para ti, alemadridista! ✨✨✨ Espero que te haya gustado ❤❤❤

One Shots 2 [CERRADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora