Radamel Falcao

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Sonreí, al tenerle a mi lado. Él estaba a mi lado desde hace un año y medio.

Me pidió ser su novia subidos a un globo aerostático, viendo París. Fue demasiado romántico y me regaló un collar con nuestras iniciales, que llevo desde entonces.

Nunca me lo quito.

Ponerle en mi camino fue lo mejor que hizo la vida conmigo. Con él, soy feliz, soy yo misma. Puedo hablar de lo sea y él me entiende, o lo intentará.

Fue y es como un destello de luz.

Y decirle que estoy embarazada de dos bebés, no va a ser fácil.

Él me notaba diferente, y lo estaba. Tenía demasiadas náuseas, más cansancio y con más ganas de dormir. Siempre me quedaba en casa.

Yo estaba muy feliz con mi embarazo, a pesar de los síntomas negativos.

Sonó la puerta de la casa y dirigí mi mirada hacia ella. Apareció mi novio, suspirando. Me miró y sonrió.

—¿Cómo estás?

Me levanté, me aproximé y el di un abrazo. Él me rodeó con sus brazos y dejó un beso en mi cabeza.

—Bien. Estoy mejor.

La verdad es que me encontraba peor. Sentía ardores en el estómago después de cada comida.

—Me alegro.

—He reservado esta noche una mesa en un restaurante. Quiero hablar contigo.

Soltó la bolsa, cogiendo mis manos.

—¿Ha pasado algo?

—No, no. Bueno, sí, pero te lo quiero contar en la cena.

—Me estás preocupando, Rebeca.

Reí.

—No es nada importante.

Sí que lo era, pero no quería preocuparle.

—Vale, me voy a duchar.

Asentí.

Me tumbé en el sofá y suspiré.

Esta noche se lo iba a contar todo.

La tarde pasó rápido y junto a él. Estuvimos viendo unos capítulos de una serie.

Me vestí con una blusa holgada, vaqueros y zapatillas. Él iba con una camisa, vaqueros y zapatillas.

Sinceramente, el restaurante no era el más lujoso de todo Mónaco.

Conduje hasta el restaurante, entramos y nos dieron la mesa.

Notaba a Radamel nervioso. Sus manos sudaban y también no paraba de moverlas.

Cenamos con tranquilidad por mi parte. Ya sabéis cómo estaba él.

Terminamos el postre. Nos miramos y sonreí.

Ahora yo también estaba nerviosa.

—No sé cómo te vas a tomar esta noticia, amor —susurré.

—¿Quieres dejarlo? —habló de repente.

Me quedé confundida por un momento.

—¿Qué? No. Te quiero. Lo que quiero decir es que tal vez deberíamos ir a por el siguiente paso.

—¿En dónde? ¿En nuestra relación?

Asentí, con los labios apretados.

—¿Quieres tener un hijo? —preguntó dudoso.

One Shots 2 [CERRADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora