Capítulo 33

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-Lo siento mucho, Marvin- le dije mientras entrabamos a su casa

Básicamente las divisiones eran iguales a las de Ezra, pero su casa era muy distinta, todo estaba blanco e impecable.

-No te preocupes Mackenzie, tengo un poco de vino, ¿Te gustaría?-

-Por favor-

-Bueno, dame un segundo, sientate, estás en casa-

Me senté en uno de los sofás a esperarlo, más o menos un minuto después volvió el rubio con una botella de vino y un par de copas. 

-Espero que sea de tu agrado- dijo el rubio antes de darme una copa medio llena

 Le di un par de sorbos luego de agradecer.

-¿Puedo besarte, Mackenzie?- preguntó de la nada

-¿Qué?-

-Lo siento eso sonó extraño, yo-

Sin dejarlo terminar me acerqué a él y junté nuestros labios. Él rápidamente siguió mi ritmo, quitandome mi copa de la mano. Delicadamente puso su mano en mi espalda acercandome a él, mientras que yo pasaba mis manos por su lacio cabello. El beso era perfecto, perfecto por varios motivos, pero principalmente porque no había sentimientos detras de el, solamente deseo.

Mientras yo cuidadosamente me acostaba en el sofá, Marvin hacía lo mismo, pero justo encima mío. Unos segundos después escuchamos como alguien tocaba la puerta.

-Ignóralo- susurré entre besos y el rubio obedeció 

Nuevamente sonó la puerta, solo que esta vez más duro. Marvin lo ignoró, tal como yo lo había dicho la primera vez, él solo me seguía besando. 

De la nada escucho un golpe seco, era la puerta abriendose rápidamente, abrí mis ojos y de inmediato vi un cabello naranja.

Mierda Ezra.

-Aléjate de ella- soltó Ezra con rabia

El rubio tal como si no lo hubiera escuchado siguio besandome, esta vez con mucha más pasión.  

-Te dije que te alejaras de ella, imbécil- 

Ezra tomó a Marvin de su camisa, tirandolo hacía el otro lado del sofá.

-Déjalo, Ezra-

El rubio solo sonreía.

-¿Qué te crees, imbécil? ¿Qué te da risa?- soltó agarrando el cuello de su camisa

-Mierda Ezra, déjalo en paz-

-Tú, silencio- apuntó su dedo indice hacía mi- ¿Qué te parece divertido?-

-¿Es ella tu novia?- preguntó Marvin

-¿Y a ti que te interesa?-

-No, solo digo, vienes aquí como todo un novio celoso, te lo pregunto nuevamente, ¿Mackenzie es tu novia?-

-No- soltó 

-¿Entonces por qué te interesa que hace o que no hace? Déjala en paz-

-Ella es mi chica, mía- alzó un poco la voz 

Nunca había visto a Ezra de esa manera, y realmente no sé como sentirme al respeto.

-Lo siento amigo, pero tan tuya no es, y besa muy bien además- respondió Marvin encogiendose de hombros

Noté como la rabia crecía en Ezra, no podía dejar que ellos dos pelearan. 

Me levanté rápidamente del sofá y agarré el brazo de Ezra, obligandolo a soltar a Marvin.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora