Capítulo 45

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Estuve unos minutos mirando hacia la ventana después de levantarme. La vista es realmente hermosa. Después de hacer mis respectivas llamadas, mis padres y Lily. Bajé a la cocina. 

-Buenos días- me saludó Enzo con una sonrisa mientras bebía algo que parecía jugo de naranja

-Hola-

-¿Quieres un poco de jugo de naranja?-

-Por favor-

Él asintió y dejó su vaso en la barra de la cocina, para justo después buscar otro y servir jugo en este. Pude observar su oufit, estaba completamente deportivo.

-¿Vas a jugar tennis?-

-Vamos a jugar tennis- afirmó, dandome el vaso que tenía en la mano

-¿Qué?-

-Ayer te dije que te daría una clase, yo cumplo lo que prometo, Clark- se encogió de hombros 

-Fordy, yo en mi vida he tocado una raqueta-

-Siempre hay una primera vez-

-Creo que me caes un poco mal-

-Ay que lastima- negó con la cabeza- ahora cámbiate, te espero acá bajo en diez minutos-

-¿No puedo refutar? ¿Acaso ya no existen los derechos de las mujeres?- dije y Enzo no pudo evitar reírse

-Ve- demandó

Yo obedecí y subí a mi habitación. Me puse unas sudaderas y una camisa, además recogí mi cabello en una trenza, una muy parecida a la de Katniss de los juegos del hambre. Hacía frío así que no me podía dar el lujo de ponerme unos shorts o algo por el estilo. A los veinte minutos volví a bajar, pero esta vez estaba Enzo en la cocina haciendole algo a una de las raquetas.

-¿Ya estás dañando mi raqueta? Hacer trampa es malo-

-Solo le estoy cambiando el grip-

-Claro claro, yo hago eso diario- le respondí y él sonrió

Terminó con la raqueta y nos dirigimos a la cancha de tennis.

-Come- dijo, ofreciendome una banana

-¿Qué?-

-Tienes que comer algo antes de jugar, las bananas son buenas- asintió para después darle un mordisco a otra que tenía en sus manos

Yo la recibí y me la comí, pues si me la dió es por algo, supongo. 

Después de eso, Enzo estuvo casi media hora explicandome lo básico, y yo pues, como era de esperarse soy pésima. Luego jugamos un poco, bueno el jugó, yo solo le daba a la pelota como podía.

-¡Tu puedes!- intentó animarme

-Soy pésima-

-Que no eres, lo que si eres es una terca-

-Ya me estás conociendo-

Enzo volvió a tirar la pelota, y yo se la devolví, no se como lo hice, pero como si fuera magia él no pudo llegar a la pelota. Yo celebré, alzando mis manos, luego de eso, me tiré al suelo, exhausta.

-¿Estás bien?- preguntó Enzo mientras se acercaba a mi con una botella de agua

-Te gané- presumí mientras el se sentaba justo al frente mío

-Bueno, eso fue mas como un veinte a uno- 

-Pero el último punto es el que cuenta- me encogí de hombros mientras tomaba agua

-¿Y según quien?-

-Nuevas reglas-

Él sonrió. Pude notar como su cabello castaño oscuro se veía mucho más claro gracias al sol.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora