Siempre fuiste tú

Capítulo 52

-Hola bonita- me saludó Enzo entrando a mi oficina

Ha pasado casi un mes y medio desde la boda de Lily y H. Ellos vuelven hoy de su luna de miel, de regalo de bodas, Enzo les prestó su jet para que ambos pudieran hacer un recorrido por toda Europa, cosa que Lily nos ha agradecido cada vez que puede.

-Fordy, hola-

Él se acercó y se sentó en mi escritorio, justo a mi lado. 

-¿Estás muy ocupada?-

-Para ti hay tiempo, ¿Pasó algo?-

-Compré un nuevo perfume, y necesito de tu aprobación-

-Me agrada mucho esa idea- 

Enzo tomó el perfume y uno de los post-its que había en mi escritorio, y roció de perfume a uno de ellos, para luego dármelo.

Yo me lo llevé a la nariz, y se me hizo extrañamente familiar. De esos olores que sientes conocer pero no sabes de donde, justo eso me sucedió.

-¿Qué tal te parece?- preguntó

-El agua está helada- dijo el pelirrojo mientras salía de la ducha parisina

-Créeme lo sé, ¿Cuáles son los planes para hoy?-

-Conocer- respondió mientras se peinaba su cabello

-Ja ja, no me esperaba eso, pensé que estaríamos todo el día en la habitación- le dije sárcasticamente para luego tirarle una de mis almohadas

-Pórtate bien darling- bromeó para luego aplicarse perfume y tirarme la almohada de vuelta

Era el mismo perfume que usaba el día que lo conocí, siempre lo amé, es el olor de Ezra.

-No me gusta- solté

-¿No? ¿Por qué?-

-Solo no me gusta- respondí a la defensiva

-Está bien, se lo daré a mi padre-

-No- solté nuevamente- lo siento, digo... no, no se lo des a tu padre, por favor-

-¿Qué pasa, Clark?-

-Nada pasa, solo no me gusta el perfume-

-No estoy hablando del perfume, si no te gusta no pasa nada, lo cambiaré y ya. Estoy preguntando otra cosa, desde la boda de Lily y Henry te estás comportando extraño, desde que hablaste con el señor, ¿Cómo se llama? ¿Bob?-

-Brad- corregí

-Ese no es el punto, el punto es que te sucede algo, bonita. Y detesto no poder hacer nada por eso- dijo tomando mi mejilla con la palma de su mano

-Nada pasa Fordy, lo juro. Solo tengo muchas cosas en que pensar y hacer-

-Necesitas unas vacaciones.

-En Toscana- bromeé

-Sus deseos son ordenes, hoy vuelve el jet, mañana nos vamos a Toscana-

-Enzo, no-

-¿Por qué no?-

-Tengo que trabajar y estudiar. Pronto haré mi examen final-

-Solo vamos por el fin de semana, bonita. Yo mismo te ayudaré a estudiar-

-Enzo-

-Por favor- me interrumpió- déjame hacer esto por ti-

-Esta bien-

-Ok, arreglaré todo- 

Enzo me dió un pequeño beso en los labios y salió de mi oficina con una sonrisa.