Siempre fuiste tú

Capítulo 63

Después de pasar una bella navidad en casa de mis padres era hora de ir a nuestro lugar favorito #2. A casa de Lily y Henry, ellos hace unos cuantos años se mudaron a Alemania y allí formaron su bella familia. Cosa que Ezra, Char y yo adoramos, ya que la distancia es muy poca.

Henry prometió buscarnos al aeropuerto y allí estaba con una sonrisa esperandonos. Char corrió a sus brazos mucho antes que nosotros, él la levantó del suelo y le dió un largo abrazo.

-Hola Mack y esposo de Mack- bromeó con una sonrisa mientras dejaba a Char lentamente en el suelo y me daba un abrazo

-Yo también de extrañé, esposo de Lily- bromeó Ezra de vuelta

-¿Y los mellizos?- pregunté

Si, ellos tuvieron los bebés más lindos de este planeta, después de Char, claramente, un año antes que nosotros.

-Están en casa con Lily, vamos- 

Henry tomó la pequeña manita de Char y junto a ella caminó hacia el auto. Después de un viaje en auto de más o menos media hora, llegamos a la preciosa casa de Lily y Herny. Mientras que él y Ezra se encargaban de las maletas, Char y yo entramos corriendo a la casa en busqueda de Lily y los mellizos. En el primer piso de la casa no los encontramos, así que rápidamente subimos por las escaleras y los encontramos en el cuarto de juegos.

-¡Char!- gritaron James y Betty al unísono al ver a mi hija

Los tres corrieron y se dieron un abrazo. Lily y yo estabamos en lados contrarios de la habitación, ambas con una sonrisa de oreja a oreja, sé que ambas estamos muy orgullosas de los pequeños mejores amigos que hemos creado. Unos segundos después Lily caminó hacia mi y me envolvió en sus brazos.

-Por fin estás aquí-

-Te extrañé muchísimo, Lily- 

-Mírate, estás hermosa Mack- me respondió alejandose un poco de mí

-Tú no te quedas atrás, adémas las remodelaciones de la casa quedaron espectaculares-

-Ay siii, fue duro pero quedó muy lindo- respondió mientras salíamos se la habitación- James, cuida a tus hermanitas- le dijo al pequeño niño de ojos azules y él asintió con la cabeza 

Miré atrás por un mili segundo y ví a los tres niños, a Char con su cabello rojo trenzado jugando con la rubia pequeña de Lily, y el niño con los ojos azules más hermosos que he visto molestando a las dos niñas mientras los tres reían. 

Me sentí orgullosa de nosotras dos, si lo logramos. 

-¿Pasó algo?- preguntó Lily

-Nada- dije volviendo a la normalidad- vamos por vino- 

Ella sonrió y juntas bajamos a la cocina. 

Estuvimos un buen rato los cuatro conversando, Lily y Henry nos estaban actualizando en su vida, mientras los niños estaban corriendo por toda la casa y jugando en el patio trasero. El momento se sintió perfecto, es casi como si hubieramos logrado todo lo que mi mejor amiga y yo planeamos hace años haciendo una pijamada, tenemos unos esposos perfectos, unos hijos preciosos, y más allá de todo eso, somos plenamente felices.

Después de estar casi una semana en Alemania, ya era hora de volver a casa. Al llegar a Londres Char nos rogó para ir a su restaurante favorito, y solo porque el día siguiente tenía que ir a clases y queríamos que estuviera de buen humor, lo hicimos. 

Llegamos exhaustos a casa y de inmediato fuimos los tres a dormir ya que el día siguiente sería muy largo. 

-Buenos días darling- susurró Ezra intentando levantarme mientras me tenía abrazada entre las sabanas