Esta vez Ezra vendría a mi casa y yo estaba más nerviosa de lo normal. Mis padres aceptaron que yo saliera con él, pero querían conocerlo, así que me hicieron invitarlo a cenar. Miré el reloj, Ezra podría llegar en cualquier momento. Estaba ayudando a mi madre con la cena, hasta que sonó el timbre.
-Yo voy- dije a mi madre y caminé hacía la puerta
La abrí y pude observar a Ezra, tenía una camisa pegada que le quedaba perfectamente, además de un jean y unos converse blancos. Su cabello perfectamente peinado, y sus pecas resaltaban.
-Hey darling- me saludó con una sonrisa
-Hola pelirrojo, ven pasa- respondí y él entró para luego seguirme hasta la cocina
-Ma, pa- dije mientras entraba a la cocina- él es Ezra-
-Hola, mucho gusto- los saludó Ezra para luego darle la mano a mi padre- le traje un pequeño regalo, no es mucho, pero su hija me dijo que le gusta mucho el chocolate- dijo a mi madre mientras le daba una cajita de chocolates- son suizos y son muy ricos-
-Muchas gracias Ezra- respondió mi madre con una sonrisa- pueden ir a la sala, en unos minutos estará lista la cena-
-Vale ma, ven pelirrojo-
El chico de ojos bonitos me siguió hasta la sala de estar y se sentó a mi lado en el sofá.
-¿Chocolates?-
-Quería causar una buena impresión- se encogió de hombros
-Lo conseguiste, compraste a mi madre con chocolates- respondí y él sonrió
Estuvimos unos minutos hablando hasta que mi madre dijo que estaba la cena lista. Ezra y yo ayudamos a mi madre a poner los platos en la mesa y luego nos sentamos. Mi madre en un punta y mi padre en la otra, Ezra y yo de un lado, y las sillas al frente nuestro vacías.
-¿Y el insoportable?- pregunté refiriendome a mi hermano
-Ya lo llamé a cenar, está en el cuarto con Mary-
-¿Hablaban de mi?- dijo mi hermano acercandose a nosotros al lado de su novia
-Hola Mack-
-Hola Mary- la saludé con una sonrisa
La chica es un amor, no se como se aguanta a mi hermano.
Después de saludar se sentaron en las sillas vacías.
-Bueno Ezra, cuentanos más de ti- dijo mi padre para después llevarse un pedazo de pollo a la boca
-Vale, emmm, me falta un año para terminar la universidad-
-¿Que estudias?- le preguntó mi madre
-Literatura, mi padre es dueño de una editorial y desde pequeño amo los libros-
-¿Y piensas seguir con el negocio de tu padre?-
-Si, lo amaría, mi hemana no es muy amante de los libros asi que me quedaría solo a mi-
-¿Vives en londres, no?-
-Si, nací en doncaster pero a los cinco años me mudé a Londres, allí mi padre abrió su editorial, y pues le ha ido demasiado bien-
-¿Vives con tus padres?-
-No, desde que entré a la universidad vivo solo, es un lugar pequeño, pero esta muy bien solo para mi, además trabajo en la editorial y el dinero que hago me ayuda a cubrir todos mis gastos-
-Un pelirrojo independiente- bromeé y el chico de ojos bonitos sonrió
Después de la cena Ezra y yo subimos a mi cuarto, obviamente dejando la puerta abierta.
-Lo siento si mis padres te bombardearon de preguntas- le dije mientras nos sentabamos en mi cama
-Para nada, me cayeron muy bien, ¿puedo?- respondió para luego preguntarme si podría quitarse sus converse
-Adelante- le respondí mientras yo me quitaba mis vans, quedandome en medias
Me senté en mi cama recogiendo mis piernas y Ezra hizo lo mismo.
-¿Quieres ver una pelicula?-
-Me gusta esa idea-
Vimos una estupida pelicula de humor para pasar el rato, y unas dos horas después nos encontrabamos en mi alfombra jugando uno. El pelirrojo sentado y yo acostada.
-Uno- dije moviendo mi única carta de un lado a otro
-No por mucho- respondió Ezra guiñandome el ojo para después poner una carta de +4 a la pila
-Te detesto mucho- le dije, tomando cuatro cartas
-Es mutuo- sonrió- uno- dijo el chico de ojos lindos para luego mover su carta tal como lo hice yo
Puse la única carta que me servía y al verla, el chico de ojos bonitos sonrió.
-Gané- se encogió de hombros después de poner su carta
-Ahora si, me caes muy mal, ya no quiero ser tu amiga- dije mientras recogía las cartas
-¿Otra ronda?-
-No gracias-
-Dale otra ronda-
-No-
-Si si si- dijo mientras se inclinaba a mi intentando tomar las cartas de mi mano
-Ya no quiero- me hicé la dificil aunque estaba a punto de reír
-Eres una pésima perdedora-
-Ya me estás conociendo-
***
-Hasta que llegas- se quejó el pelirrojo mientras me sentaba justo al frente de él en la cafetería
Esta es nuestra cuarta ci... bueno ya ni sé que es esto. Es la cuarta vez que nos juntamos, el cuarto día. Nos quedas nada más dos mas, no se ha ido pero ya sé que extrañaré al pelirrojo.
-Disculpa que tengo que estudiar, pelirrojo- dije con sarcasmo
-Disculpa aceptada, darling- sonrió- igua recuerda que yo soy mas importante que los estudios-
-Eres un egocéntrico-
-Me lo han dicho bastante- contesto, nuevamente con una sonrisa- ¿como te fue hoy?-
Estuvimos toda la tarde juntos, para después ir a una biblioteca.
-¿Qué hacemos aquí?- le pregunté
-Vamos a jugar un juego-
-¿Un juego?-
-Si-
-A ver, cuentame sobre tu juego-
-Vale bueno, tú escogerás un libro para mí, y yo uno para ti-
-Me gusta ese juego-
-Esta bien, en veinte minutos nos vemos aquí-
Ambos tomamos caminos diferentes aunque nos chocamos varias veces. Nunca pensé que escoger un libro sería tan dificil, ninguno me parecía a la altura. Hasta que un libro captó completamente mi atención, El código Da Vinci. Nunca lo había leído pero siempre quise, y fue el único libro que realmente me pareció a la altura.
Veinte minutos después nos encontramos en el mismo lugar con los libros ya pagos. Caminamos hasta una cafetería cerca y nos sentamos.
-Fue dificil pero creo que lo logré- dijo el pelirrojo dandome una bolsa
La abrí y me llevé una gran sorpresa.
-No te creo-
-¿Qué?-
Le dí su libro y él rapidamente lo abrió para empezar a reír incrédulo.
-No puedo creer que hayamos escogido el mismo libro-
-Estamos conectados- bromeé y ambos sonreímos
-La criticona y el egocéntrico, una buena dupla somos-
-Y con los mismos gustos-
-Nah, los míos son mejores- se encogió de hombros
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Siempre fuiste tú
RomanceAntes de conocerte te amaba y esperaba. No sabía si tus ojos serían cafés, azules o verdes, o si te gustaría más el café o el té. No sabía nada de ti pero aún así te esperaba, aún así te amaba. Ya lo sé todo, sé que tus ojos son cafés, y que realmen...