Capítulo 6

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No sabia exactamente la hora que era, pero tenía los párpados ligeros y por la poca claridad que los atravesaba, se dió cuenta de que era muy temprano, también de que unas manos robustas la acercaban al cuerpo de otra persona por la cintura.

Su piel desnuda desprendìa un delicioso aroma a colonia masculina, una que ella supo reconocer de noches anteriores.

¡No había dormido sola como pensaba! sino con el chico de ojos celestes que tantas dudas existenciales le causaba.

¿Desde cuándo se había convertido en una chica tan fácil?
¿Por qué le permitía dormir con ella?
¿Era esto lo que realmente quería? ¿Migajas?

Ella no era así y a esas horas no tenía ganas de discutirlo internamente, estaba extremadamente confundida, aunque sabía que tarde o temprano se debía decidir por algo que hacer.

No estaba bien dormir con su hermanastro, pero tampoco sentía que le estaba haciendo algo malo, ni siquiera un beso le había robado, "Quizás eso mismo pensaron Lucas y Anna" reflexionó y se descolocó un poco, no era nada lindo repetir la historia siendo ella la que traiciona, pero de algo estaba clara, sus cuentos eran totalmente diferentes.

Tomó un ligero baño y salió de la habitación sin hacer ruido, lo dejó descansar un poco más ya que la noche anterior fue bastante pesada y se dirigió a la cocina a preparar el desayuno, tenía que ir a trabajar y para aguantar otro día lleno de alcohol su primera comida debería de ser bastante reforzada.

-Buenos días cariño- Le saludó su madre acercándosele.

-Buenos días mamá. Toma asiento, ya casi está listo todo. Puedes ir tomando café, está recién colado. -Le respondió sin levantar la vista de las tostadas que estaba haciendo.

El cubano es una de las personas más adictas al café que existe en el mundo y literalmente cuando no toma, la jaqueca le es insoportable luego y se siente sin ánimos, ni ganas de existir.

Por la forma en que vió a Elías esa mañana, juró que no había tomado café en muchos días porque su cara de cansancio denotaba eso y que no durmió nada tampoco.

Alexa se preguntó si la conversación de anoche le afectó tanto como para que no lo dejara pegar el ojo, y su respuesta fue inmediata, son padre e hijo, y los hombres tienen una reacción muy diferente a las mujeres.

-Buenos días amor, ya Alexa casi termina de preparar el desayuno, siéntate conmigo a esperar- El hombre le regaló una cansada sonrisa cargada de amor y tomó asiento a su lado.

Fijó por unos instantes la vista en el plato y luego la levantó para ver a su hijastra terminar con las tostadas -Alexa hoy no voy a poder llevarte al trabajo, pero te tengo una sorpresa.

-¿Qué es? -Preguntó curiosa.

-Cuando terminemos de desayunar te muestro.

En lo que todos devoraban sus platos, Miguel se les unió, apenas levantaba la cabeza del celular y solo respondía con monosílabos las preguntas de Melissa sobre su carrera.

Al parecer estaba en el último año de medicina y no tenía idea todavía que especialidad iba a tomar y Alexa no tenía idea por qué su madre le hacía ese tipo de preguntas tan temprano, quizás era para que el ambiente no fuera tan pesado.

La conversación entre la mujer y el chico se vió interrumpida cuando Elías pidió permiso para salir y le dijo a Alexa que lo acompañara.

Se dirigieron a una especie de garaje que la pelirroja no había notado que existía, donde estaba estacionado el Audi, y en el cual cabría otro coche más de no ser por las tres motos que estaban parqueadas debajo de un foco como en las películas.

Sólo Déjate Llevar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora