Capítulo 24

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Todos en su casa se encontraban afuera mirando el panorama, Alexa se desmontò del Audi y lo primero que hizo fue abrazar a su abuela que la esperaba con una expresiòn de tristeza en el rostro, su madre le habìa contado cada detalle de lo que habìa pasado, incluso lo del hospital, se imaginaba por lo que estaba pasando su nieta y màs que regañarla, debìa de darle todo el cariño del mundo, despuès de todo, ella sabìa que por amor se cometen muchas locuras.

Elìas veìa tranquilamente como uno por uno de los integrantes de la familia de Melissa abrazaban a Alexa con tristeza, se habìa ido de ahì destrozada y regresò hecha polvo, se sentìa como un mierda porque todo era por èl. Cada noche se culpaba de lo que habìa pasado hasta el punto de que lo recibìa el nuevo dìa culpàndose todavìa.

Miguel en cambio se habìa encerrado en su habitaciòn y no querìa saber de nadie, por suerte cuando escuchò de que èl llevarìa a Alexa a casa, Melissa se brindò a cuidarlo, estaba seguro de que eso lo reconfortarìa y ella le aclararìa muchìsimas dudas, gracias a eso los problemas se iban resolviendo poco a poco, aunque los màs importantes seguìan inconclusos.

-Abuela, èl es Elìas, el ex novio de mamà. -Dijo Alexa rompiendo el abrazo.

La señora caminò hasta donde estaba con una sonrisa triste y le saludò con un beso en la mejilla como lo suelen hacer las abuelas con los nietos -Eres muy guapo muchacho.

Elìas se sonrojò y susurrò un ¨gracias¨ muy bajito, nunca antes la pelirroja habìa visto a aquel hombre tan imponente asì de cohibido, quizàs era porque se sentìa avergonzado por sus actos.

-Vamos todos adentro, que la comida no se come sola. -Èl dio media vuelta, pero la señora lo tomò de la mano. -La carretera es peligrosa, pero se pone tediosa cuando no tienes nada en el estòmago, ademàs, hice un ovejo en salsa que sè que te vas a chupar los dedos.

Liberò una sonrisa apenado y se encaminò al interior de la humilde casa de la mano de su ex suegra, lamentaba tener que conocerla en esas circunstancias, hacìa unos meses atràs, estuvo planeando con la que iba a ser su esposa un viaje para conocerlos en estas fechas y pedir su mano formalmente.

El tiempo es cruel, màs cuando es movido por las malas acciones, estaba allì, haciendo la visita, para entregar a la hija de su ex novia, embarazada de su hijo, el cual todavìa sigue mal por los sucesos de los ùltimos dìas.

Quienquiera que estè escribiendo el libro de su vida le estaba jugando una muy mala broma.

-Alexa ¿Què tiempo tienes?-Le preguntò su tìa curiosa mientras estaban ya sentados comiendo.

13 semanas. -Le respondiò con una pizca de felicidad en sus ojos, se notaba que esos bebès le hacìan ilusiòn y nadie dudaba que serìa una buena madre, joven, sì, pero amorosa.

-Està claro que son dos, ya se te ve bastante la barriga para tan poquito tiempo. -Intervino el abuelo quien se habìa mantenido callado hasta ese entonces.

-En la pròxima consulta sabrè que son, pero tengo que esperar unas dos o tres semanas màs, ahora no se dejaron ver casi.

-Asì hiciste tu, nos diste bastante trabajo linda, pensabamos que serìas varòn por la panza tan extraña que hizo tu mamà, pero como a las 25 semanas nos dijiste que eras hembrita y Melissa se puso tan contenta que casi rompe todo en la consulta.

Todos en la mesa comenzaron a reir recordando la escena y Elìas se quedò pensativo, si alguna vez lograra regresar con Melissa intentarìa por todos los medios convencerla para tener un bebè. Estaba contento con los que tendrìa Alexa, pero èl querìa uno fruto del amor que le tenìa a su madre.

Eso le hizo desviar la atenciòn a Lilith, ella tambièn tendrìa un hijo de Miguel, aunque hasta èl lo tuviera en dudas, se imaginaba que los niños iban a nacer en condiciones diferentes, los de Alexa iban a estar rodeados de amor, humildes, pero con todo el cariño del mundo, eso hasta que lograra convencer a todos de ir a vivir a su casa, pero el de Lilith iba a tener una madre pròfuga de la justicia, peligrosa y con muchos poblemas, ella no estaba para nada bien de la cabeza cuando fue capaz de hacerle todo aquello a su hijo.

Sólo Déjate Llevar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora