-Vamos ya les toca. -Dijo la joven mientras tomaba de la mano a los chicos y los dirigìa al cìrculo de lo que parecìa una escarcha blanca azucarada para luego ir a sentarse con su novio.
Miguel llevaba la chaqueta blanca por encima de la camiseta que previamente el traìa por debajo y el novio de la chica que los habìa metido en este embrollo llevaba en una mano su camisa azul, al igual que ella el vestido de Alexa.
La ceremonia empezò con una especie de baño en humo y continuò mientras supuestamente los presentaban a las siete direcciones, arriba, abajo, a los cuatro puntos cardinales y al Ser Superior.
Quemaban flores mientras el chamán pronunciaba una palabras que ninguno de los dos supo identificar, hasta que comenzaron a cantar y a tocar instrumentos y fue entonces donde los ojos de Alexa chocaron con los de Miguel y de repente todo a su alrededor desapareciò, fue un momento màgico porque no escuchò màs nada que la voz de Miguel cuando le susurrò que era perfecta.
Literalmente lo perfecto, era estar ahì al lado de èl.
Minutos despuès todo se terminaba y sintiò a las personas aplaudiendo y no supo hasta que se separò que fue por el beso que se habìan dado sin siquiera darse cuenta, como que en medio del limbo los impulsó un imàn.
Unos minutos màs tarde se encontraban caminando los cuatro rumbo al hotel, ya habìan intercambiado sus ropas y las parejas se encontraban tomados de las manos, pero solo hablaban las chicas.
-En serio la suya fue la màs hermosa de todas las bodas que vi, y eso que llevàmos aquí desde las 3pm. -Gritaba emocionada la extranjera.
-¿Por què ustedes no lo hicieron?
-¿Quièn dice que no? Nosotros llevamos juntos 10 años y hemos hecho todo tipo de rituales para juntarnos semajantes a este, ya solo nos falta el ùltimo y màs esencial. - Lo dijo sonriente y tocàndose el vientre, no hizo falta explicarlo, todos calleron en cual era la respuesta.
-A propòsito, nos llevaron al altar y ni siquiera sabemos sus nombres. -Le preguntó esta vez Miguel.
-Soy Elena y soy de España y el es Mateo, de Argentina.
-Es un gusto conocerlos Elena, nosotros somos cubanos, soy Alexandra y el Miguel. -Cuando se dió cuenta de que estaban al final del camino terminó su oración con una especie de despedida- Me gustaría mucho volverlos a ver.
-Me asegurarè de cuando vaya a Cuba visitarlos, porque mañana partimos a Portugal.
-Los esperamos en la Habana cuando gusten.
-Fue un placer conocerlos. Y Miguel, asegúrate de borrar ràpido las dichosas sombras que quiero verlos a todos felices.
La ùltima frase descolocò mucho a Alexa ¿a què todos se referìa? Quizàs era a las sombras y a ellos, esa era la conclusiòn que llegaron los chicos mientras caminaban a la habitaciòn, porque Elena no diò tiempo siquiera de preguntarle, el ascensor ya se habìa cerrado y no podìan hacer nada.
Cuando llegaron a la privaciad de su cuarto, Miguel bromeò acerca de la noche de bodas y Alexa lo reprendiò para luego ceder y terminar durmiendo sin ropa en sus brazos, cosa que comenzaba a ser más que una costumbre, una necesidad.
°°°°°∆°°°
Al dìa siguiente a penas disfrutaron del sol de la playa privada, se movieron a una zona màs apartada de la vista de los vacacionistas para evitar miradas indiscretas y que los pillaran sus padres.
No habìan hablado del tema, pero en el fondo Alexa sabìa que era obvio que no querìan que nadie se enterara de lo que sea que tuvieran porque eso solo duraría mientras estuviesen lejos de su país natal.
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Sólo Déjate Llevar (Completa)
Romance∆Versión editada y actualizada∆ Alexa era una chica normal, común y corriente, se catalogó cómo feliz hasta el día en que se encontró a su novio y a su mejor amiga en la cama. Con su mundo hecho pedazos decide mudarse lejos, a la capital junto con...