2. Despedida

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El verano llega a su fin. Esa temporada que no queremos acabar, se estaba terminando, en una semana volvía la rutina, pero una rutina distinta denominada Universidad.

Estos amigos, habían disfrutado mucho de su verano, habían pasado dos semanas juntos de vacaciones, habían visto películas en el cine, estrellas fugaces en el jardín, imitado a famosos y viendo vídeos de sucesos graciosos.

Comenzaba a llegar Septiembre, ese mes que nadie quiere mencionar. Aquí en Estados Unidos aún había sol y buena temperatura, pero para la ciudad de Rochester, las hojas de algunos árboles comenzaban a caer y cambiar su color.

Anne y Luke habían quedado para tomar un helado juntos. Hacia días que no se veían, pero lo que no sabían es que hoy sería la última vez que se verían en mucho tiempo.

-Luke...

-¡Anne!

Ambos se abrazan. En las últimas semanas, no se habían visto debido a trámites, organización... Ambos empezaban la Universidad, la diferencia es que en lugares distintos.

—Vamos a por ese helado enana—dice Luke y ella se pone de morros.

Odiaba que la llamase así, pero para él siempre había sido su enana. Desde pequeña cada vez que se enfadaba con el hacia morritos por lo que le adjudicó como mote cariñoso enana o pequeña.

-¿Qué harás en la Universidad?—pregunta ella

-Es un tema del que quiero hablarte más tarde...—suspira

-¿Pasa algo malo?

-Es que, no quiero incomodarte ahora, de verdad, es mejor que te lo diga después—dice Luke apartando la mirada

-Esta bien.—asiente

Van paseando y ven un puesto de helados, sin dudarlo toman uno. Anne avellana caramelizada con limón y Luke fresa con turrón.

-¿Paseamos o nos sentamos?—cuestiona Luke

-Paseamos, hace una brisa agradable. —sonrie mientras que come su helado

Anne Wright

Luke estaba un poco raro. No se que le pasa, pero está raro. No hice algo mal... bueno si pasase algo me lo diría. Tenemos confianza para contarnos cuando algo va mal, pero algo me dice que algo no va bien, no se, quizá es mi sensación, pero veía su mirada triste, como perdida.

Comemos nuestros helados mientras pensamos en lo que nos espera en el futuro. Hablamos de la Universidad, de lo que esperamos, de lo que nos gustaría conseguir o nuestros sueños. Hasta que noto a Luke triste.

-Luke, te veo triste, ¿que te pasa?—nos paramos

-No es nada, estoy bien—contesta. No quiero presionarle, pero sé que no está bien.

-Bueno, no me creo nada lo que dices, pero si no quieres decirme está bien

Nos sentamos en un banco cercano a una especie de plaza con varias palmeras con una enorme fuente y nos quedamos en silencio. El sol parece que va a ponerse y le veo suspirar, como si algo le pesase o le estuviera dando vueltas.

-Anne...yo

-Dime que pasa...—me giro a él

-Esto es muy difícil...-agacha la cabeza

-Si no me cuentas no podré saber que hacer para ayudarte—le tomo las manos

-Ese es el problema, que no puedes hacer nada

No entiendo qué quiere decir.

-No te entiendo

Alza la mirada y me mira. —Mis padres quieren que vaya a Londres a estudiar—suelta.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora