11. Todo mejora

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Había pasado varias semanas desde aquel encuentro. Llegando a si a los dos meses. Ninguno había vuelto a llamar ni mandar un mensaje. No se atrevían a hacerlo. Claro que miraban el contacto del otro para llamar, pero de ahí a pulsar el botón de la llamada era un mundo para ambos.

Luke estaba muy ocupado en el trabajo pero también trabajando consigo mismo en admitir aquello que él no era capaz. Estaba harto de huir, ahora buscaba la forma de enfrentar sus problemas, su vida, sus sentimientos. Buscaba el perdón de Anne en si mismo para después decirle todo lo que se ha guardado y acabar de una vez con ese sufrimiento. Todo era muy difícil. Lo estaban intentado y no estaba solo Nick y Bonnie le ayudaban.

Anne estaba muy feliz. Le habían llamado de un colegio en New York y hace unas semanas que empezó. Da clases de inglés, español, etica y naturaleza a los niños de los dos primeros ciclos de primaria. A pesar de ser de Rochester, su padre era originario de España porque sus abuelos vivían en Gibraltar, pero con diez años se instaló en Rochester, aún así Ben y Hope les enseñaron a sus hijas ambos idiomas.

Eso la mantenía ocupada mientras que Cherie trabaja en Rochester en el centro en el que Anne podría haber sido aceptada pero como acepto New York, recomendó a su amiga para aquel colegio y aceptararon encantados. Ahora estaba haciendo su sueño realidad. Enseñanza a los más pequeños.

Todo parecía mantenerse en calma. Todo parecía ir bien. La tristeza había comenzado a desaparecer para dejar un camino lento, pero largo de paz. Si bien es cierto, todo no era tan calmado como aparentaba, todavía había conversaciones pendientes, pero ya era hora de vivir la vida, pasando lo que tenga que pasar y no llorar en una esquina esperando que las cosas pasen, vengan y se resuelvan. Ya no más.

Anne estaba dispuesta a luchar por su amistad, estaba decidida a salir adelante a vivir... Ahora todo tenía sentido después de la conversación con el. Ya no importa lo que pasaba en el futuro, que pase y ya.

La primavera estaba por llegar. Para la ciudad de New York desde luego se agardecia, las temperaturas eran medianamente agradables. Times Square estaba llena de gente y se inspiraba aire a flor del parque Theodoro los árboles tenían su olor característico dejando una aroma agradable como los pinos.

Hoy era un día de fin de semana, uno de tantos del mes de marzo. Para nuestra querida chica, un día en familia porque pasaría el día con sus padres. Había sido el cumpleaños de su madre y no podían festejarlo por trabajo. Por lo que iría a Búfalo, el pueblo en el que se encontraban descansando para celebrarlo y darles una sorpresa.

Luke por su parte pasaría el día en casa de Nick. Sus padres le habían comprado una casa por su vigésimo tercer cumpleaños. Una casa tranquila con jardín, perfecta para estar con su novia Bonnie. Se encontraba en una urbanización junto con otros dos bloques de casas iguales, una zona más cercana al centro pero alejada del ruido diario que tenían en su antiguo apartamento. El tema de la convivencia era algo que no sabían que hacer con ella, nunca habían valorado eso, ya que siempre se la pasaban en el apartamento del otro y hasta el momento habia funcionado pero no fue hasta el mes pasado que Nick admitió que no podía dejar de estar sin ella, que quería tenerla a su lado a cada mañana y en cada momento del día aparte de verla en el trabajo. Su relación iba de largo, había años que salían y este paso era grande para ellos pero estaban felices con su decisión por muchas dudas que tuvieron. Ellos habían salido en el instituto pero lo dejaron por peleas y celos. Ahora están mejor que nunca.

Ellos tres eran un complot desde que se conocieron en la universidad. Si no fuera por Luke, Nick no habría vuelto a pedirle una oportunidad a Anne. Se habían vuelto amigos en la universidad pero inseparables en el trabajo. Porque crear una empresa con tus amigos era un gran acto de valor, confianza y amistad.

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