Los días iban y venían, unos mejores otros peores. Las nubes oscurecían el empezar de día, ese día Rochester estaba nublado, lluvioso y algo frío.
Había pasado tres semanas desde el día en el que Anne fue atropellada. Ella seguía bajo el leve coma en el que le habían inducido para que sus órganos se recuperarán y su cuerpo se estableciese. De momento, no había avances pero todo indicaba que Anne esta bien, está progresando lentamente y que pronto llegaría el día en el que pudiese despertar de nuevo.
Su familia no se separaba de ella. Ben su padre, estaba todo el día pegado al cristal de la puerta mirandola y cuidando de ella. Apenas había visitas, pero las pocas que había entraba su madre, Hope. Ella intentaba ser fuerte, pero era entrar al lado de su hija y que las lágrimas fluyesen sin control y que las piernas le flaqueaban nada más verla en esa cama, enchufada a tantos cables y máquinas que velan por su vida y bienestar.
Julie, estaba pocas veces, no podía abandonar su trabajo, había conseguido más días de vacaciones para pasarlo donde más la necesitaban al lado de su hermana, su mitad, su confidente, la que más cuidaba y la entendía. Pero no podía alargar la espera por lo que solo estaba los fines de semana.
Las ojeras, los ojos hinchados, era lo que caracterizaba a otra de las personas que más tiempo pasaba en el hospital. No podía salir de ahí sin ella, su madre le había llamado en numerosas ocasiones pero no podía contestar sin que se delatase llorando.
Es verdad que Anne estaba bien, que estaba bien cuidada en el hospital por doctores y enfermeras, que tenía el apoyo incondicional de su familia, pero el sentía que si se iba la abandonaba y que el aire para respirar se agotaba. Mandaba mensajes a su madre, hablaba con Nick quién preocupado se presentó a la semana siguiente brindando apoyo a la familia, quién prometió cuidar de la empresa y hacerse cargo hasta que Luke estuviese bien porque Anne estaba bien.
Por otro lado, la policía seguía investigando, solo habían dado con el coche de quién la atropello, alguien llamado Elliott Brown, familia del ex de Anne, Eizan. Luke tenía razón ese chico no traía nada bueno cuando amenazo a Anne y su venganza parece que fue utilizar a su hermano para cumplirla. Ahora está en busca y captura pero parece que se lo ha tragado la tierra.
—¿Cómo está?—llega Luke.
—Van a quitar el tubo de le ayuda a respirar, quieren que respire por si misma, dicen que está progresando bien. —comenta Ben.
—Pero ella...¿lo superara? ¿Podrá respirar?—dice asustado.
—Si, por eso mismo tratan de quitárselo. Dicen que han visto en ella movimientos involuntarios. Quizá no despierte ahora, pero si logré respirar sin la máquina—explica Ben mirando hacia el cristal.
—Solo espero que esté bien, que despierte pronto y que esto haya sido una pesadilla...—suspiro
—Tranquilo chico, ella sabe que has estado aquí. Dicen que las personas en coma sienten y escuchan a quienes les hablan y les miman. Irá bien, Anne es fuerte—me palmea el hombro.
—Ben...
—¿Mm?
—Gracias —digo con los ojos brillantes por las lágrimas. —Gracias por dejarme estar aquí y entrar con ella.
—Nada de gracias. Eres de la familia Luke. Es lo menos que puedo hacer. Eres quien hace feliz a mi hija y ella te necesitaba ahí dentro.—sonrie
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Las horas en un hospital pueden llegar a ser eternas y eso es lo que sentía Hope. Su hija estaba postrada en una camilla desde hace semanas y no sabía que hacer.
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Siempre serás tú
Teen FictionAnne, siempre está con su mejor amigo a su lado, Luke Beckett. Ellos han pasado muchas cosas juntos y nunca se han separado. Sin embargo, ella sin darse cuenta se enamora de él. Pero todo cambia cuando su amigo debe irse a Londres a estudiar. Como d...