8. Pasar página

4 2 0
                                    

Luke Beckett

Llevo una semana en Rochester, desde que mi madre y yo nos reconciliamos trato de pasar algo de tiempo aquí, haciéndole compañía, se siente sola aunque mi padre este los fines de semana, le cuesta salir, va al mercado o a la playa a pasear pero últimamente solo se sienta en el jardín con una taza de té.

He hablado con mi madre. Si ella está al tanto de todo. Los padres de Anne se lo habían contado y ella estaba furiosa conmigo. Había recuperado la relación con mi madre...pero desde que se enteró de lo que hice con Anne y su situación está muy molesta conmigo. No cruzamos más palabras más allá de que tal, pero en este momento, ella me empuja a que lo intente, que si no arriesgo no sabré nunca que pasará pero no quiero hacerlo. No quiero volver a hacerla daño, ese es mi mayor temor, involucrarla en mis pensamientos, en mis problemas y que vuelva a salir lastimada porque no podría soportar verla mal de nuevo, no otra vez.

De nuevo esperando estoy en el airepuerto mientras al otro lado del teléfono está Nick.

—¿Y bien?—pregunta él

—Nada—respondo

—¿Qué significa eso?—dice él. El silencio se hace entre nosotros. —¿No me digas que no has ido a verla?

—No he ido. No he podido Nick. Tu sabes el remordimiento que llevo por dentro y el dolor que me produce saber que puedo lastimarla...—explico

Nadie lo sabe. Seguramente ni Anne lo haya dicho pero tuvo una depresión muy fuerte por mi culpa y un cúmulo de situaciones dolorosas. Estuvo tres meses encerrada en casa, no quería salir, solo Cherie iba a verla en su departamento...si es que lograba entrar...porque ella no quería ver a nadie, no quería estar con nadie, no podía, no tenía fuerzas.

No sólo estaba mal por mí, sino por la situación de su familia, su madre. Si Erick me lo ha contado, él conoce a Anne bien y Cherie le tenía al tanto, se que no quiso decirme, le obligue y acabo diciendomelo dándome cuenta del tipo de persona en la que me convertí. Anne es demasiado orgullosa para hacer cargar al resto con sus problemas y la entiendo porque a ella le importan más los demás que ella misma pero está vez, todo le ha explotado, estaba cargando con demasiadas cosas ella sola.

Si me lo hubiese contado, yo lo hubiese dejado todo en aquel entonces y la hubiese apoyado. Pero no quiso decírmelo, pensó que me daría cuenta, pensó que lo notaría, y nunca llegó a pensar que acabaríamos así, sin hablarnos, sin vernos y distanciados.

—Amigo, se que es muy difícil. Pero deberías de hablar con ella. Quizá si te disculpas o intentas explicarle porque lo hiciste te entendería.—comenta Nick amablemente

—Es muy difícil para mí Nick. Ella me ayudaba en estas cosas. Ya no sé hacerlo. Se que tu y Bonnie me apoyáis pero...no puedo enfrentar esto... ella seguramente me odie y no quiera saber de mí. No la juzgó si lo piensa. —digo cabizbajo y con alguna lágrima en mi rostro

—No es que sea difícil para ti, que también pero el verdadero problema es que no quieres admitir que te gusta—suelta y me quedo de piedra porque tenía razón. —Hey, amigo, ¿estás ahí? —me llama Nick al ver que no respondo

—Sigo aquí es sólo que tienes razón...—suspiro

—Si no se lo dices nunca sabrás que siente ella o lo que ella quiere—me comenta

—Lo se. Pero no quiero volver a intentar algo que se que acabará mal. Así que voy a dejarla ir como se dice—digo

—¿Vas a rendirte ya?—se sorprende

—Si, prefiero su felicidad ante la mía Nick es así. Quiero pasar página. Es lo mejor—suspiro. Tengo un gran nudo en la garganta. Pero no quiero hacerle daño. Ya lo hecho y lo sigo haciendo no quiero verla sufrir por mí.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora