Siempre serás tú

22. Pequeños pasos.

Un mes más tarde.

Había llegado el ansiado día. Hoy a Anne le daban el alta. Su esperada alta. Aún tenía que seguir haciendo algunas sesiones de rehabilitación para recuperar la masa muscular y la movilidad completa, pero estaba recuperada, no como su memoria que parecía que nada, no volvia.

Al menos, puede tener algo de autonomía, estar entre cuatro paredes encerrada la estaba matando, como encerrar a un pájaro en un jaula. Aunque en las últimas semanas las cosas habían mejorado, con ella misma y sobre todo con Luke, aunque ella aún parecía confusa con la situación. No había estado mucho por el hospital en las últimas dos semanas, no quería presionarla, quería darle su espacio pero verla y cuidarla al mismo tiempo, pero no podía descuidar más su trabajo.

Nick y Bonnie sabían que Luke lo estaba pasando mal y por eso, le habían estado cubriendo y ayudando en la empresa, pero sin él las cosas se iban un poco de control en la toma de decisiones, si, por qué habían logrado ampliar plantilla y los trabajos encargados de diferentes empresas iban para ellos, contrataban sus servicios de cuentas y seguros.

Flash back

-¡Hey! ¿Cómo está? ¿Algún avance? -decia Bonnie al verle entrar por la puerta

-Hola Bonnie. Estar esta bien, ha mejorado mucho, pero recordar nada, algún detalle pero nada. -suspira Luke cabizbajo.

-Es un proceso lento. Pero anímate al menos quiere verte y eres importante para ella. Habrá tardado en darse cuenta, pero cuando tú olvidas a alguien al final te equivocas porque no sabes a quién creer como tu cabeza no sabe si eso pasó...es una incertidumbre.

-Tienes razón pero es tan duro. Me ha dado un voto de confianza, me ha escuchado, quiere recordar e ir despacio.

-Es un avance Luke, mejor que nada. ¿Tú cómo estás?- Bonnie se acerca a él apoyando su mano en su hombro.

-Regular. Estoy bien pero me siento cansado y mentalmente devastado, pensar que casi la pierdo...

-No pienses en que pasó. La tienes ahí. Mejorará ya verás.

En ese momento Nick toca la puerta.

-¿Interrumpo?-da con los nudillos en la puerta.

-No pasa. Solo me preguntaba qué tal estaba Anne. Va progresando...y hablando de progresos como van las finanzas del señor Peterson. Entiendo que quería un balance de cuentas.

-Iba bien hasta ayer. Esta casi en bancarrota, sus socios le han jugado una mala pasada en aceptar financiación pero esa financiación...

-Viene de una mala gestión de compañías ¿no?-le corta Bonnie.

-Algo asi. Aceptaron que un socio les financiase pero ahora no pueden devolver el dinero y lo están reclamando 5 meses después y para la empresa es pronto porque no tiene liquidación suficiente.

-¿Entonces? ¿Deberemos pasarlo al juzgado?

-Eso pensamos Nick y yo, es la mejor opción, que vayan a un juicio o que pidan ayuda al banco un préstamo a devolver con intereses pero nosotros no podemos hacer más, somos una compañía de seguros, abogados y economía pero no lo lleva nuestro departamento lo lleva el de abogados y jueces. -se sienta Bonnie en una silla de la mesa de reuniones.

-Hagan eso. Tomar decisiones no está mal sin mi, pero agradezco vuestras consultas y que me tengáis en cuenta. -sonrie Luke.

Fin del flash back

Anne estaba vistiéndose con ayuda de su madre. El brazo aún lo tenía escayolado y le dolían las costillas cuando hacia un sobreesfuerzo.

Al menos podría moverse, pero echaba de menos estar fuera y caminar. Ya era hora de salir de ese hospital, un poco más y se volvería loca porque sentía que le estaba absorbiendo.

-Al fin fuera-dice nada más pisar el suelo fuera del hospital.

El aire era algo fresco, están en primavera pero no hay nada como la brisa de la mañana. -Mm me encanta la brisa por la mañana

-Te veo bien. -sonrie su madre.

-Esto, esto es vida. -le señala ella a su madre el ambiente, haciendo que su madre ria.

-Venga vamos, papá espera por nosotras en el aparcamiento. -coje su mano.

Llegan al aparcamiento, su padre le ayuda a subir y los tres emprenden el camino a casa. Anne mirando por el cristal pensativa el ambiente, la ciudad, su gente, sus padres la miraban de vez en cuando. Sin que ella lo supiera le tenían una sorpresa que sin duda le iba a encantar.

Una vez llegan a casa aparcan en el garaje. Sacan un par de mochilas y luego ayudan a su hija a bajar que a pesar de tener movilidad aún no se mantiene del todo por si misma y sus pasos son lentos.

Agarrada de la mano de su padre abre la cerradura y de repente:

-¡SORPRESA!-gritan todos los presentes. Anne estaba en shock. Sus padres habían invitado a todos sus amigos pars su regreso a casa.

Anne Wright.

Ver a todos allí era una enorme sorpresa. De repente sin darme casi tiempo a entrar tengo pegada a Cherie. Ella me abraza fuerte tanto que siento que me falta casi el aire pero extrañaba a esa pelirroja.

-Bienvenida a casa. Te extrañe.-me sonrie ella.

Yo mientras tanto solo puedo llorar.
-Gracias.

Miro a mis padres y con una sola mirada ellos asienten entendiendo mi agradecimiento.

Luke, el también está ahí. Esta parado pero me sonríe. Pero antes aparece Erik a saludarme y sonrió.

-Me alegra verte bien. Cherie no paraba de hablar preocupada.-me sonríe y ríe al mismo tiempo.

-No te habrá vuelto loco, ¿verdad?

El solo puede reír ante mi pregunta afirmando la situación.

Después como un torbellino se me acerca mi hermana llorando, un momento Julie llorando que está pasando y me abraza tan fuerte que siento que me caigo y ella al darse cuenta me lleva al sofá.

Los siguientes en acercarse son Nick y Bonnie quienes no se quedan mucho porque tienen que hacerse cargo de la empresa pero que aún así, agradezco que visita u preocupación.

****

Horas más tarde, todo el mundo se ha ido. Anne está feliz y tranquila de haber visto a tanta gente a su alrededor preocupada por su bienestar.

Era increíble volver a casa y verte rodeada de quienes quieres, preocupados por ti y estando ahí. Es genial volver a casa y no estar entre cuatro paredes sin casi aire, espacio ni nada.

Anne iba avanzando con el pasar de los días en sus pasos. Eran lentos pero cada vez más decididos y seguros. Iba recuperando su movilidad, estaba cerca de ser autónoma aún le costaba andar y tenía dolores en los costados. Estaba muy feliz de ir logrando pequeños pasos y pequeños avances. Su memoria también iba lenta pero acabaría volviendo. No todos los días te atropella un coche.