-¿Dónde estás?- la voz grave que sonaba del otro lado del auricular se escuchaba bastante molesta.
-¿Debo informar cada paso que doy?- respondió él, burlón. El hombre del otro lado de la línea suspiro.
- Es necesario que confíes en mí-
Quería reírse, decirle que estaba harto. Era obvio de que intentaba controlarlo a su favor. ¿Quién no querría al asesino más buscado por todo el mundo de su lado? Querían confianza, pero solo la utilizan como una palabra totalmente vacía. Su significado al parecer quedó silenciado desde hace ya bastante tiempo. La confianza no existía. Uno nunca confiaba o no era confiable. Así de simple.
- La pregunta aquí es ¿porque necesitas saber mi ubicación?- preguntó con sarcasmo.
-Debemos cooperar. No puedes desaparecer de repente- Bufó. La voz del hombre sonaba forzosamente calmada.
- ¿A mi como me beneficiara esto?- el silencio le respondió. Sintió como se enfadaba y sonrió- Ustedes me necesitan, yo no los necesito-
-Caos- lo llamo.
Caos, ese maldito nombre en clave que le pusieron.
-¿Qué? ¿Me vas a amenazar?- se burló nuevamente- no te conviene tenerme de enemigo y lo sabes- para luego comenzar a reír a carcajadas -Sabes que no me puedes amenazar con nada, yo no tengo nada que perder- concluyó para finalmente cortar la llamada.
Ingenuo- pensó el.
Ellos querían tenerlo y controlarlo para que haga su voluntad. Pero estaba cansado de aquello, de siempre repetir la misma historia. Se había unido por mera curiosidad, no solo porque estaba aburrido, sino porque amaba meterse en los problemas ajenos, pero al ver que había algo más, algo que iba más allá del entendimiento humano, se lo replanteo.
No era por miedo, no. Era porque sabía que en las manos incorrectas afectaría todo. Algo desconocido.
Además de que odiaba ser controlado, y ellos querían justamente eso, controlarlo.
Salió del auto y analizó su entorno. Una casa se extendía ante él, mediana. El vecindario estaba silencioso hoy, pero no más que aquella casa. Había sido abandonada hace ya rato.
Camino hacia ella y entró. La puerta no tenía llave, extraño para una casa que estaba en venta. Entró y cerró la puerta a sus espaldas. Camino tranquilo por la residencia ya que no sentía ninguna presencia, por lo que no estaba a la defensiva.
Un aroma familiar entró por sus fosas nasales. No recordaba de dónde o de cuándo o a quién le pertenecía, pero se le hacía familiar. Camino por inercia, siguiendo aquel aroma, como si estuviera hechizado. Hasta que llegó a un cuarto completamente desordenado. Al parecer alguien había entrado, buscando algo que al final no encontró, a lo que tampoco habían venido a empacar.
ESTÁS LEYENDO
La élite de los Mestizos 1: Lapislázuli ✓
Fantasy(DISPONIBLE TAMBIÉN EN SUEÑOVELA) [Borrador] Curiosa, misteriosa y humana. La vida normal de Ice empezó a cambiar cuando sucesos o más bien individuos misteriosos comenzaron a aparecer en su vida. Blak; Maximous Blak fue lo primero, el chico por...