🌙 Capitulo 15

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  Luego de que la pelinegra desaparezca en la salida de el pequeño gimnasio privado, Maximous Blak se sentía extraño.

  ¿Acaso era culpa lo que sentía?

  No. El había sentido tantas veces culpa, que ya aquel sentimiento lo tenía muy acostumbrado en su ser.

  No.

  Aquello era algo mas.

  ¿Emoción, quizá?

  Los ojos negros de Blak no se apartaban de la puerta, como si en algún momento esta misma se convirtiera en otra cosa por el peso de su mirada.

  Mientras tomaba agua, se pregunto cual era el motivo exactamente de aquello. Que acontecimiento fue el que había despertado eso en su interior.

  Suspiro  e inconscientemente sonrió.

  Agarro sus cosas y con andar tranquilo, fue rumbo a las duchas del gimnasio. Tenía que bañarse ya que luego de esto tenía una importante misión.

  Pero luego de hacer todo aquello, se dio cuenta de que unos ojos azules no desaparecían de su mente.

  "Son extraños"- pensó.

  Esto le ocurría desde la primera vez que los vio. Y mentiría si dijera que no le gustaba, lo que no le gustaba era la presencia de aquel sentimiento, de aquella emoción. Se supone que después de todo el no merecía sentirla. 

  Algo de esa chica lo tenía atento. Y no lo entendía que era lo que le inquietaba de ella.

  Al finalizar de ducharse, se cambio, tomo su bolso y salió del gimnasio rumbo a su cuarto. Pero para su desgracia, alguien lo estaba esperando afuera, y la ira salían de sus ojos como si fuera fuego.

-¿Qué quieres?- preguntó seco. No le agradaba que aquella chica lo persiguiera a todos lados, pero se había acostumbrado a su presencia, a veces.

-Necesitamos hablar de...-

- No tengo tiempo- le interrumpió brusco, haciéndola a un lado para entrar a su cuarto. Dejando a Ruth aun mas enfadada. 

-Oye- siguió ella, golpeando la puerta. No entendía lo que significaba la palabra "privacidad".- Debemos hablar- siguió golpeando- AHORA- prosiguió. Pero nadie atendió a su llamado, como si no existiera.

  Maximous se estaba cambiando a una cómoda ropa de camuflaje, en la cual abajo de esta podía usar cualquier clase de arma. Era su ropa de misión.  Luego de cambiarse tranquilamente, tomó sus cosas y salió del cuarto, mientras Ruth seguía golpeando y gritando su nombre. 

  Cuando abrió la puerta, sin contestarle siguió su camino, con ella detrás suyo.

-¿A donde vas? ¿Tienes una misión? Iré contigo-

La élite de los Mestizos 1: Lapislázuli ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora