(DISPONIBLE TAMBIÉN EN SUEÑOVELA)
[Borrador]
Curiosa, misteriosa y humana.
La vida normal de Ice empezó a cambiar cuando sucesos o más bien individuos misteriosos comenzaron a aparecer en su vida. Blak; Maximous Blak fue lo primero, el chico por...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
" Abrí mis ojos, y una noche estrellada me recibió.
La suave brisa me reconfortaba.
Me senté y mis manos tocaron la fría arena. Ante mis ojos se presento una playa oscurecida por la noche. El sonido de las olas del mar iba al compás del viento. Se sentía como una melodía dulce y embriagadora.
Cerré mis ojos, respire el aire salado y sonreí.
Me sentia en paz.
Me sentia feliz.
Pero el sonido de un disparo me hizo abrir mis ojos, alarmada.
La calma se había convertido en desesperación.
Delante de mí había un hombre, y a sus pies, yacía alguien... muerto.
Mi corazón comenzó a bombear rápidamente.
Empece a respirar agitadamente, mientras aquel hombre se acercaba hacia mi.
No podía ver su rostro, no podía distinguirlo.
Mi cuerpo reacciono solo, arrastrándose hacia atrás, mientras mis ojos derramaban lagrimas.
Luego, sentí el arma apuntándome, y luego escuche el estruendoso sonido del disparo."
Me desperté, jadeando.
Me senté de golpe, lo que ocasiono una fuerte puntada en mi sien. Gemí de dolor, ya que este fue muy fuerte, pero así como llego se fue de repente.
Pestañeé varias veces para poder acostumbrar mi vista a la oscuridad. Lentamente, pude distinguir una ventana, alumbrada por la luz de la luna. Vagamente, recorrí el cuarto con la mirada, y fruncí el ceño, dándome cuenta de que esta no era mi habitación.
Salí de la cama, pero inmediatamente me tuve que sentar, ya que mi cabeza sufrió otra puntada por el bruto movimiento.
Me pare, nuevamente, pero despacio.
Me di cuenta de que solo tenia un camisón largo y una vía intravenosa en el brazo.
¿Donde me encontraba? ¿En un hospital?
Con cuidado, me saque la aguja y la deje arriba de la mesita de luz. Tome un paño que se encontraba en la mesita, y me lo coloque en el brazo para parar el sangrado, ya que al parecer no fui cuidadosa.
Busque con la mirada la puerta, y lo distinguí a un lado de la ventana. Palpe a los lados para encontrar un interruptor de la luz y efectivamente lo encontré y lo encendí.
La habitación no era grande, pero tampoco pequeña. Las paredes eran de un azul marino, las cortinas grises, había muebles de color blanco; un escritorio, las mesas de luz a un lado de la cama, y unas cajoneras que estaba a un lado del escritorio.
