Capitulo 34

1.2K 82 0
                                    

Nueva York fue una pasada. Era la primera vez que posaba como modelo, se lo volví a agradecer a Luisa. Nos hemos hecho más amigas y me ha contado que está feliz por nosotros. Mi idea era volver el jueves a Londres, y eso hicimos en el vuelo de vuelta, un día antes colgué una historia para hacer preguntas y respuestas, así que lo hicimos. Mientras yo acababa de editarlo, Lando jugaba a sus juegos.
Me había comentado que quería que el Lunes yo acompañara con sus amigos a una especie de Meet &Great en Krispy Kreme Bluewater, le acompañe pero con una condición de que él me ayudara a empacar la cosas.
Estábamos llegando, íbamos con su amigo Max. Ellos hablaban y yo miraba por la ventana y vi un montón de gente los mire y flipé.
-Por dios si que eres famoso.- chinche a Lando.- creo que lo de ser jugador se golf profesional da para algo. - Max empezó a reirse conmigo.
-No, yo creo que es por ser un meme andante.- me reí más y Lando me miro mal por el retrovisor.
-Cariño, no te lo tomes a mal.- le dije mientras acariciaba su nuca desde la parte trasera del coche.
-¿Cariño?- preguntó él divertido.
-Queria decir Lando.- dije avergonzada y mire mi móvil para no ponerme más nerviosa. Una vez aparcamos bajamos y Lando se me acercó y me abrazo por la espalda susurrándome.
-Me encanta que me llames cariño.- me cogió de la mano y mi corazón empezó a latir un montón. Algo simple me hace reaccionar así.
Cuando estábamos llegando donde estaba la gente, separé nuestras manos y fuimos donde estaban sus otros amigos. Los abrace y le quede hablando con Ria. Nos estábamos riendo de la reacción de la gente hasta que vimos a Lando cogiendo a un bebé. Realmente era lo más tierno que había visto en mi vida, Lando con un bebé. Ría se rio de mi y así consisto mi día.
Cuando acabamos fuimos a casa de estos y cenamos allí, bueno compramos algo en una cadena de comida rápida y nos lo comimos allí. Estábamos en la habitación de Lando, los tumbados en su cama, el me abrazaba y yo acariciaba su mejilla. Mire la hora y lo mire.
-Lando.- me miro.- tengo que marchar. Tengo muchas cosas que hacer. Voy a llamar a un taxi.- me senté en la cama.
-Te llevo yo.- también se sentí en la cama.
-No, tienes que descansar, tienes que volver aquí.
-Quiero llevarte, así luego pongo una excusa de no puedo conducir solo y de noche para poder pasar la noche contigo.- levante mi mirada del móvil para mirarlo.
-¿Como?
-Quiero pasar la noche contigo, si quieres claro.- sonreí y me senté encima de él.
-Me encantaría.- le di un beso.- pero mañana tengo que acabar de hacer bolsas y cajas.
-Te ayudare. Nos levantaremos, desayunaremos y nos pondremos ha hacer lo que necesites. Así osamos tiempo juntos, por que cuando te vayas te vere menos.
-Pero tú también te mudarás a Mónaco.- le recordé.
-Ya pero están haciendo mi casa.- me recordó y cogió una bolsa metiendo ropa para mañana. Cuando acabo salimos de la habitación y vimos a Max.- Nos vemos mañana, me voy a su casa a dormir.- le informo.
-de acuerdo parejita. Que descanséis.- dijo con una sonrisa pícara.
-buenas noches. - le dije y con Lando fuimos a su McLaren.
De camino a mi casa, Lando tenía apoyado su mano en mis piernas y yo con una mano se la cogia y con la otra acariciaba su nuca. Un buen rato después llegamos. Habíamos aparcado y me miro. Acariciaba mis piernas.
-Necesito un vaso de leche para ir a dormir.- me reí acercándome a él.
-Ahora te daré un vaso de leche .- le acaricie la mejilla antes de darle un beso.
El beso fue cogiendo intensidad, añadiendo las caricias de uno y otro, 5 minutos más tarde, Lando le brillaban los ojos. Dios mío ahora mismo lo deseaba demasiado, por dios me estaba poniendo cachonda. Me fijé en su intimidad y supongo que al ver el bulto que había también lo estaba. Me acerqué a él besándolo expresando todo lo que sentía en ese momento, y como pudimos me cogió y me sentó encima de mi. Quería hacerlo con eso.
-Si te parece lo del vaso lo dejamos para más tarde.- le dije y sus ojos brillaron mucho más.
-Lo que quieras.- me miro.
Bajamos del coche y mientras él lo cerraba yo abría mi casa. Una vez ambos dentro puse el pestillo. Cogí su mano y lo guié a mi habitación, intenté dejar mis cosas en la mesa pero sentí como Lando empezó a besar mi cuello y allí ya no pude más y me deje llevar.
Horas más tarde nos encontrábamos cada uno a un lado de la cama, pero mirándonos.
-Voy a por tu vaso de leche.- le dije mientras me ponía su camiseta y mis braguitas.
-Se acuerdo.- le dio un beso y baje cogí el vaso y mientras lo llevaba me asuste al sentir a Lando a mi alrededor.- La mejor noche de mi vida.- me dijo cogiéndome el vaso, se había puesto los pantalones cortos de pijama.
-Y habrán muchas más.- dije antes de sonrojarme. Me abrazo.
-Te quiero.- me quede helada. Lo mire. ¿Él me ha dicho eso? La última vez que un chico me dijo eso no acabo de buena manera, pero Lando no es como él. Lando es mucho mejor. Por eso yo lo...- perdon no tenia que haber dicho eso.- se avergonzó.
-No.- cogí su mano.- yo también.
-No digas también, di lo que sientes, sino parecerá falso.
-Me vas ha hacer que le lo diga.- me cogió y me subió a la encimera.
-¿Él que?- se hizo el tinto.
-Yo también te quiero Lando.- me beso pero me separé de él por un pensamiento negativo.- ¿o solo lo dice porque me he acostado contigo?
-No digas eso.- bebió el resto del vaso.- Quería decírtelo hace ya tiempo pero no hubo el momento exacto.- cogió y cara entre sus manos- Te quiero.- me beso y me cogió en brazo.- Ahora a dormir. Mañana tenemos muchas cosas que hacer.
Nos fuimos a mi cama y allí el me abrazo.
-Por cierto en la sesión de fotos estás guapísima con esos modelos, y todo.- le sonreí.- que te parece si le digo a mi madre de ir mañana a cenar a su casa. Solo si quieres.- me gire a verlo y acaricie su cara y vi la ilusión en su mirada y sonreí.
-Me encantaría.- le di un beso en la nariz.- Ahora a dormir, he puesto la alarma a las 10.- asintió y dormí acurrucada a su pecho.
A la mañana siguiente el despertador sonó y Lando lo paro y yo fui abriendo los ojos. Tenía una cara de dormido, era adorable. Con la luz del día se le veía muy bien sus lunares que tanto me gustaban. Tenía algunos en su pecho así que les di un beso.
-Tambien tengo por la cara.- dijo medio dormido y le fui dando besos.
Mientras el hablaba con su madre sobre esta noche yo fui haciendo el desayuno. Él se ducho mientras acababa de hacer los pumcakes y cuando bajo desayunamos y luego me duché rápido. Y cuando me cambie y todo empezamos ha hacer montones de cosas que me quería llevar, cosas que le serviría a mi primo o cosas para dar.

Jenna RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora