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—Gracias por pasar por mí, hyung —Taeyong miró al pelirrojo sentado en el asiento del conductor: tenía su melena larga recogida en una coleta que permitía apreciar las multiples perforaciones plateadas en ambas orejas y vestía una camisa a botones...

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—Gracias por pasar por mí, hyung —Taeyong miró al pelirrojo sentado en el asiento del conductor: tenía su melena larga recogida en una coleta que permitía apreciar las multiples perforaciones plateadas en ambas orejas y vestía una camisa a botones negra con estampados hindus, jeans rasgados, botas del mismo color y un cinturón de taches.

El coreano se puso el cinturón de seguridad y miró al frente mientras el aroma a nicotina dentro del vehículo irrumpía en sus fosas nasales.

—Agradece que estaba por aquí cerca —Yuta puso el auto en marcha de nuevo y le dedicó una rápida mirada al menor la cual acompañó de una sonrisa amigable —Te queda bien el uniforme ese... Te ves más formal, como todo un jefe. ¿Qué tal las clases?

Taeyong se encogió de hombros y soltó un suspiro.

—Todo normal.

—¿Alguna chica linda? —preguntó el mayor con perfecta pronunciación del idioma coreano y Taeyong negó, entonces recordó a su compañera de clases.

—Aunque... ¿Sabes qué? Tenemos un problemita...

—¿Qué? ¿Te encontraste con alguna de las chicas en el mismo colegio? —planteó el japonés de manera burlona pero su sonrisa de esfumó cuando no oyó a su amigo negar —No me jodas...

—Mjmm —tarareó el castaño en medio de un suspiro pesado —¿Puedes creer que MingMing está la misma puta clase que yo?

Yuta siseó los dientes.

—Mierda, no puede ser...

—Lo sé...

—Ni loco se lo cuentes al jefe o te enviará a estudiar al otro lado de la ciudad —dijo el japonés preocupado —¿Qué vamos a hacer? No llevas ni una semana y ahora ese lugar es muy inseguro para nosotros, sobre todo para tí.

—Tengo un plan... Estuve pensando toda la tarde en ello —dijo Tae —¿Qué tal si me hago pasar por un chico tranquilo e inocente? Nadie sospecharía de una persona así... Un cerebrito cuya meta de vida es tener buenas calificaciones y no mata ni una mosca.

—Bueno... Si lo vemos por el lado del cerebrito que sólo busca obtener buenas calificaciones, entonces no tendrías que fingir nada.

—¡Oyee!

Yuta soltó una carcajada sin retirar la mirada del camino.

—Pero creo que es algo que podría servir... A fin de cuentas, pedirte que te pases de colegio otra vez no servirá de nada ya.

友人 extracurricular › taetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora