36 • final

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Ten levantó la vista para mirar a través del retrovisor del auto negro que conducía y vió a Taeyong saliendo por la puerta principal del edificio con una maleta negra y una mochila más pequeña en manos, así que bajó del vehículo y lo ayudó a meter...

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Ten levantó la vista para mirar a través del retrovisor del auto negro que conducía y vió a Taeyong saliendo por la puerta principal del edificio con una maleta negra y una mochila más pequeña en manos, así que bajó del vehículo y lo ayudó a meter las cosas en la parte de atrás; estaba estacionado frente al edificio en una zona para vehículos.

—No me tardo...

―¿Qué? ¿Te faltan más cosas?

―Sí, mi mochila personal con mis cosas. Esa sólo está llena de dinero... —explicó Taeyong de manera neutral, tirando la mochila azul oscura a la parte de atrás y cerró la puerta —No me tardo nada.

―Date prisa, nos tenemos que ir ya...—dijo Ten y vió al otro asentir con la cabeza para regresar adentro.

El castaño regresó corriendo hacia su apartamento por las escaleras de emergencia para llegar mas rápido y abrió de nuevo la puerta para irse al cuarto, acercarse a su escritorio y tomar un par de libros, su cartera, documentos personales y demás, cuando de repente oyó un golpe en la puerta y se apresuró a cerrar su mochila negra para ponérsela y salir de su cuarto para abrir.

―Te dije que no me tardaba nada. ¿Por qué subiste?...

Taeyong cambió súbitamente su expresión facial.

―... ¿Qué? ¿Demasiado sorprendido de verme?

El coreano no dijo ni hizo nada cuando aquel chico pasó por su lado chocando su hombro para adentrarse en el apartamento, apenas se dió media vuelta viendo a Johnny caminar por el lugar con un cigarro a medio terminar en labios mientras detallaba todo con curiosidad y fastidio.

―Oye, Johnny...

―No digas mi nombre, imbécil... —advirtió el americano con mal tono.

Taeyong apretó los ojos fastidiado, no tenía tiempo que perder con aquel tipo.

―¿Por qué...? ¿Cómo sabes dónde vivo?

―Te sorprendió mucho, ¿verdad? A mí me sorprendió más... ―burló Johnny regresando con Taeyong para exhalar el humo de su cigarro en su rostro y entonces chasqueó los labios ―Mierda... Nunca lo imaginé de alguien como tú, maldito loco...

―¿De qué hablas? ―cuestionó Taeyong haciéndose el desentendido áun y el contrario puso los ojos en blanco molesto ―¿Por qué viniste aquí? ¿Qué necesitas?

Johnny le dió una última calada al cigarro y tiró la colilla al suelo sin importancia, entonces agarró a Taeyong por el cuello de su camisa negra con fuerza.

―Entonces... ¿Vendiste a mi chica?

―... ¿Qué?

―Oí que Ten también está involucrado en eso ―confesó el estadounidense ―¿Yerim lo sabe? ¿Sabe que eres tú el proxeneta?

友人 extracurricular › taetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora