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—Diviértanse mucho, pero no demasiado

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—Diviértanse mucho, pero no demasiado... ¡No sean sucios! —gritó Sujin muy contenta mientras veía a los dos alejándose hacia el pequeño cuarto, dejando atrás a sus amigos entre risas.

Taeyong, sintiéndose bastante incómodo y ya deseando marcharse, abrió la puerta y le permitió a la castaña ingresar, entonces cerró la puerta a sus espaldas.

El sauna se encontraba apagado por lo que no hacía mucho calor, pero el lugar continuaba emanado un fuerte aroma herbal y se iluminaba con una suave luz amarilla.

Ambos, de pie en la puerta, se vieron el uno al otro sin saber qué hacer exactamente. Minhee soltó una sonrisa tímida y se adentró hasta las gradas para tomar asiento, Taeyong la detalló por un momento y luego decidió ir a sentarse también junto a la chica quien reposaba sus manos en sus bonitos muslos.

Taeyong pensó que quizá ella podría atraer muchos clientes y generar buenas ganancias...

—¿Y qué edad tienes, Tae? —preguntó ella rompiendo el incómodo silencio y sacando al nombrado de sus sucios pensamientos.

—Yo... Casi dieciocho —Taeyong se aclaró la garganta —¿Y tú?

—Casi diecinueve... —Minhee sonrió recogiéndose el cabello tras las orejas —Que cosa que Su nos hubiera puesto este reto, ¿no?...

—¿Por qué? —inquirió él y la miró a la cara notando sus mejillas coloradas, entonces comprendió lo que sucedía.

—¿Por qué te quedaste a jugar? —Minhee suspiró cambiando el tema —¿Querías que te tocara un reto con alguien del grupo?

Taeyong pensó en Ten... En sus provocativos labios rojos y bonito cuerpo tonificado; pese a ello, sólo se limitó a hacer un mohin con los labios y negar sin interés.

—Sólo me quise quedar porque sí. Siempre estoy en casa estudiando o en el trabajo, así que pensé que quizá podría distraerme un rato hoy.

—Me alegra que te quedaras... —Minhee confesó sin eliminar su sonrisa tonta —Creo que eres lindo... Eres listo, alto, tienes un rostro encantador y eres educado. Eres muy bien chico...

Taeyong pensó que aquella chica no tenía idea de lo que decía, así que siseó con ironía y desvió la mirada sin presentir que la chica se avalanzaría hacia su boca soltando un beso repentino. 

—¡Minhee! —exclamó el coreano yéndose para atrás de la sorpresa e inmediatamente la atajó por los hombros para evitar que esta se subiera en él —No me malinterpretes... Yo n...

—¿Qué? ¿No te atraigo acaso? —cuestionó la joven ofendida.

—No... No es eso, es que yo no soy...

—¿Te gusta más Sujin? ¿Es eso? —Minhee volvió a tomar postura ahora con el ceño arrugado —Quizá por eso te quisiste quedar más rato... Querías que te emparejaran con ella y no conmigo.

友人 extracurricular › taetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora