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En el colegio, Taeyong y Ten son dos estudiantes ejemplares. Fuera de este, mantienen una peligrosa doble vida criminal de la que nadie puede enterarse.
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; 〨 INSPIRED BY A KDRAMA.
[ adaptación personal (diálogos e historia modi...
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Sin saber cuántas horas después, Ten despertó.
La mayoría de síntomas habían desaparecido, pero continuaba sintiéndose débil y hambriento. Se removió sobre el cómodo colchón mirando hacia la ventana y notando que el atardecer ya había caído sobre la ciudad, fue entonces cuando sintió un peso junto a él y se giró hacia el otro lado de la cama para ver a Taeyong, sentado sobre el colchón y vistiendo unos jeans con camisa gris holgada; el castaño sostenía su teléfono negro mientras parecía estar tecleando un mensaje.
Apenas el coreano vió que el otro despertó, tomó un vaso con una bebida que tenía sobre su mesa de noche y la extendió hacia él.
—Tómate esto, quizá te sentirás mejor —dijo Tae viendo como Ten se incorporaba lentamente para recibir el vaso —Hyung me enseñó a prepararlo. Siempre nos ayuda en las resacas.
El tailandés no lo pensó dos veces y bebió el líquido con necesidad de una sola vez sintiendo la herida en su labio arder.
—¿Cuánto llevo dormido? ¿Qué hora es? —preguntó.
—Casi todo el día. Son las cinco ya.
Ten se frotó los ojos y levantó la mirada hacia la puerta, encontrándose con unos ojos oscuros y peligrosos que lo observaban bajo el marco.
—Él es Yuta, mi... hermano mayor casi. Te lo presento, trabaja en la organización como hombre de seguridad bajo el apodo Kamado, en honor a su ciudad natal que es Kadoma.
—¿Japón? —preguntó Ten y Tae asintió.
El pelirrojo toqueteó su mejilla interna con la lengua y arrugó el ceño mirando a Ten de la peor forma posible, a lo que Ten inclinó su cabeza hacia delante de manera rápida como un intento de saludo.
—Supongo que querrás comer algo y ducharte. Si ya te sientes bien debemos comenzar a trabajar pronto, el fin de semana está cerca y habrá demasiado trabajo —Tae se aclaró la garganta dejando el teléfono sobre la mesa —Hay sopa de fideos, no se hacer mucho pero no quedó mal.
Ten asintió.
—Con que este fue el que te metió en problemas y puso tu vida a depender de 5.8 millones... —Yuta habló con voz grave —¿Y tu respuesta? Traerlo a casa, dejarlo reposar en tu cama y darle sopa caliente...
Taeyong volteó a mirar al japonés.
—Necesito que se ponga bien de una maldita vez.
—Aún no comprendo porqué carajos lo trajiste —reprochó el mayor sin importarle que el pelinegro estuviese escuchándolo —Luego de todo lo que me contaste que pasó debiste haberlo dejado tirado en el camino. No me extraña que el señor Hwansung le haya dado su merecido.
—Hyung, sé que estás molesto por lo que estoy haciendo, pero ahora necesito que produzca 5.8 millones antes del lunes para literalmente no morir —Taeyong chasqueó los labios —¿Me podrías tener un poco de empatía?
