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En el colegio, Taeyong y Ten son dos estudiantes ejemplares. Fuera de este, mantienen una peligrosa doble vida criminal de la que nadie puede enterarse.
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; 〨 INSPIRED BY A KDRAMA.
[ adaptación personal (diálogos e historia modi...
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Yerim arqueó las cejas, desconcertada por completo.
—Salga del grupo, borre la aplicación y todos los mensajes intercambiados con nosotros y sus clientes. El señor Yang inspeccionará su teléfono al terminar para corroborar que haya colaborado con nosotros, posteriormente, entregue el dispositivo de seguridad y él le hará entrega de su liquidación laboral en efectivo. Luego regrese a casa.
Yerim volvió a mirar al señor Yang, quien mantenía su mirada perdida en la ventana mirándo hacia el bonito río Han.
—Disculpe... Creo que no comprendo...
—¿Señor Yang?
—¿Sí? —contestó el nombrado con su voz grave de siempre.
—Ayúdela, por favor.
El nombrado obedeció de inmediato y le arrebató el teléfono a Yerim, la cual forcejeó con el mayor tratando de conseguir su teléfono de regreso pero no lo logró, pues este la doblaba en tamaño y fuerza.
—¡Devuélvamelo!... ¡Oiga! —exclamó ella —No pueden correrme del trabajo así como si nada... He trabajado todo este tiempo con ustedes. ¡No puede ser tan basura!
Taeyong y Ten se vieron el uno al otro para posteriormente asentir en acuerdo.
—Señorita Kim —el tailandés continuó —Hemos decidido cortar nuestros lazos con usted y no patrocinar sus servicios de ahora en adelante. Sabe las razones mejor que nadie...
Yerim bufó y maldijo entre dientes.
—¿Me hace esto porque no estuve trabajando estos días? o... ¿Es por lo que sucedió ese día con el cliente loco? ¡Sé que no debí haber aceptado, pero también necesitaba el dinero! Además... Además...
—No es la primera vez que pasa —recriminó Ten con voz tranquila —Presenta síntomas de crisis de pánico, es poco responsable con sus tareas en el trabajo, no atiende debidamente a los clientes y alertó a la policía debido al escándalo que realizó.
—Pero... ¿Cómo...? ¿Por qué es culpa mía? —Yerim miró al señor Yang en busca de apoyo, pero este sólo le regresó su teléfono y volvió a mirar hacia el frente sin importarle lo que pasaba —Fue algo que sucedió mientras trabajaba y se salió de mis manos... Ese viejo... Ese loco quería matarme... ¡¿Qué esperaba que hiciera?! Pedí ayuda pero se tardaron mucho en llegar...
—El cliente estaba en la lista negra y usted lo sabía... —Ten repitió —No le importó. Luego de eso, fingió estar bien pero casi desapareció del trabajo. Nosotros no tenemos tiempo que perder y usted no está en condiciones de trabajar más.
—Si puedo... —Yerim insistió con voz entrecortada y ojos húmedos —Si puedo trabajar.
