Me senté en la sala de espera mientras llegaba Pierre, no es que yo sea chismosa, pero me da algo de curiosidad saber porque entraron a esa habitación si Pierre acababa de decirme que haría otra cosa.
Pero el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos y al ver la pantalla supe que estaría en grandes problemas.
Antes de contestar trate de cubrir el golpe que tenia en la cara con mi cabello, para que pudiese pasar desapercibido.
Conteste la video llamada y pude ver a esos chicos que tanta falta me hacían, ambos estaban vestidos igual, pero no era algo que me confundiera ya que obviamente nos conocemos bien.
-Hola Pitufina – dijeron ambos al unísono – ¿cómo te ha ido?, ¿no haz vuelto a desmayarte o si?
-Les he dicho que no me digan así – les dije y luego les saque la lengua – y estoy perfectamente
-Hermanita, nosotros queríamos presentarte a unas personas – eso no me lo esperaba – nos hubiese gustado que este momento fuese en persona, pero quizás más adelante
-Ya dejen los rodeos que me tienen nerviosa – de repente pude ver a dos chicas de cabello rojo, piel clara y ojos marrones, a simple vista pude deducir que eran gemelas, eran muy bellas en realidad
-Ellas son Amy y Athia, tus cuñadas – esto era nuevo, nunca pensé que mis hermanitos llegarán a este punto, pero me ponía muy contenta la noticia
-Yo soy Athia, la novia de Christopher es un gusto conocerte – se veía lo nerviosa que estaba, pero me parecía una chica agradable
-Y yo soy… - por un momento vi que no dijo nada y cerró sus ojos como si tratara de observar algo – Cuñada disculpa que te pregunte pero, ¿qué te ocurrió en el rostro?
-No es nada, sólo me caí de la cama – trate de reír para que no notarán mi nerviosismo
-Chicas creen que puedan esperarnos abajo, tenemos que hablar con Esther – sabia que era muy ingenua al creer que mis hermanos no notarían que algo andaba mal conmigo
Luego que las chicas cerraran la puerta de la habitación, las miradas de mis hermanos se posaron en mí, me sentía peor que en un interrogatorio
-¿De qué quieren hablar hermanitos? – dije sin poder ocultar mis nervios
-Aver literalmente hemos estado juntos casi toda la vida, crees que no nos damos cuenta cuando estás mintiendo – dijo Christian con un todo de voz no tan gracioso como de costumbre
-Es cierto hermanita, y además ¿por qué yo no sabía que te habías desmayado?, ¿eso cuándo fue? – me sentí mal por no haberle contado nada a Christopher, pero si lo hacía terminarían todos preocupados
-Sé que deben estar enojados conmigo por quedarme callada, pero nunca me ha gustado causarles preocupaciones – y no mentía, de verdad me gustaba que ellos estuviesen tranquilos
-Pero no puedes pedirnos que estemos como si nada, cuando claramente vemos que nuestra hermana tiene un moretón gigante en la cara – sabía que debía arreglar este lío y que ya no podía seguir mintiéndoles así
-Lo siento mucho Christopher por no contarte lo que sucedió, discúlpeme hermanitos les contaré lo que ocurre – ellos se sentaron y escucharon cada una de las palabras que salieron de mis labios
-Esto no se puede quedar así, nosotros iremos a cuidarte, para eso somos tus hermanos – dijo Christian sin titubear
-Si pitufina, no te dejaremos sola, ese loco acosador no te volverá a tocar en su vida – me hacia muy feliz saber la clase de hermanos que tenía, pero no me gustaba que tuvieran que dejar sus vidas por mí
-Sé lo que piensas y ni se te ocurra tratar de evitar que vayamos a cuidarte Esther – no sabia como hacían eso, pero si quería tener a mis hermanos cerca
-Pero ¿cuándo llegarán?, ¿con qué dinero? – mis padres trabajan, vivimos muy bien, pero no somos ricos para comprar boletos de avión a cada rato
-Ahorramos Esther, queríamos visitarte para que conocieras a las chicas, sólo adelantámos la fecha y listo – Christopher me miró como diciéndome que no abrían peros – Así que la semana que viene, tendrás cuatro personas que te cuidarán
-Está bien hermanos, los amo mucho – les di una sonrisa tierna
-Bueno hermana cuídate mucho mientras no estamos, quisiéramos hablar más tiempo pero tenemos cosas que hacer – ambos se despidieron con un abrazo virtual enorme, también les pedí que me saludaran a las chicas
Mire el reloj, ya eran las una de la madrugada y Pierre aun no aparecía, eso era muy raro, el hospital se encontraba casi vacío, los pasillos estaban tan desolados que podía escuchar el caminar de las pocas enfermeras que estaban presentes.
Decidí que esperaría solamente diez minutos más, si Pierre no aparecía entraría a esa habitación sin importarme que estuviesen hablando esos dos.
El tiempo pasaba sumamente lento, mis pies se movían inquietos por la duda de saber que ocurría, ya no podía soportarlo, me puse y camine por el pasillo hasta llegar a esa habitación, puse mi mano en el manubrio de la puerta.
Pero cuando abrí no había nadie en la habitación y sentí una mano posarse en mi hombro izquierdo, de lo nerviosa que estaba me gire inmediatamente.
-Esther, ¿qué sucede? – era Pierre, estaba con una expresión de duda – ¿ibas a entrar de nuevo a esa habitación?
-Es que... – necesito preguntarle, pero este no es el lugar – ¿dónde estabas?, ya paso una hora y aún no llegabas a la salida
-Fui a averiguar lo que te dije – espera porqué me esta mintiendo, yo se que no estaba haciendo eso – me dijeron que puedo venir después del mediodía
Salimos de hospital y nos subimos al auto, me senté en el asiento del copiloto y como siempre mire los asientos traseros, porque uno nunca sabe y como él loco de Marco está acechándome, ya no se que pensar.
Pierre encendió el auto, pero antes de que arrancará lo mire fijamente, no iba a quedarme con esta duda, así que le pregunte.
-Pierre, ¿por qué entraste con Jamel a la habitación, luego de que yo me fuera? – Pierre agacho su cabeza como tratando de obviar mi pregunta, pero al final me contó que...
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Meme time🤭❤👇
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Mi Sexy Enfermero #daher2022
RomanceLa vida de Esther dio un giro inesperado, desde que terminó en esa sala de urgencias de un hospital en Francia. Nunca creyó que al entrar por esa puerta todo en lo que creía cambiaría para siempre... 🚩⚠️ Contenido +18 🚩⚠️ Temas sensibles