MARCO
Dos semanas atrás
Salí a tomar unos tragos para calmar la ira que sentía, por saber que la estúpida de Esther había traído a sus hermanitos para protegerla, últimamente me sentía agotado, sabía que mi enfermedad estaba progresando de forma rápida.
Así que necesitaba encontrar una forma de lograr lo que por tanto tiempo he deseado, hacer infeliz a esa chica, para aunque sea tener la satisfacción de morir sabiendo que ella tendrá una vida tan miserable como la que yo tuve.
Cuando iba saliendo del bar sentí que alguien me observaba, estaba tan ebrio que mis pasos eran algo torpes, pero aún así intente seguir.
Pero me detuve al ver la silueta de una chica, se veía tan sexy, al acercarme pude ver que tenía una minifalda negra y una chaqueta del mismo color
Deseé en ese momento estar entre sus piernas, follármela para satisfacer la necesidad que tenía de joder a alguien, obviamente sabía que esa necesidad sólo se iría por completo cuando tuviese a Esther en mis manos. Aunque pensándolo bien quien me prohibiría tener una pequeña diversión.
-Hola muñeca - dije mientras me paraba detrás de ella, pude ver que tenía un trasero hermoso y que su cabello era tan rojo como la sangre
La chica se giro tapándome los ojos de una forma tan sensual, podía sentir su respiración en mi cuello, comenzó a dejar besos en mi piel y su mano bajo hasta mi entrepierna.
-Tan pronto olvidaste lo que me hiciste maldito - dijo susurrando a mi oído
-De que hablas muñeca, nunca te he visto en mi vida - pero tenía una táctica a la que no muchas le dicen que no - pero si quieres podemos ir a mi casa y te prometo que tu nunca te olvidarás de mí
-No quiero ir a tu maldita casa desgraciado - sentí un fuerte golpe en mi entrepierna y caí de rodillas al suelo
Ahora creo que no fue buena idea tomar tantos tragos, porque ni siquiera tenía fuerzas para levantarme, entonces la estúpida que me golpeó me sujeto del cabello levantando mi mirada y casi me desmayó cuando vi su rostro.
-Sara...no, tu estas muerta yo te mate - dije sin poder aun recobrar la estabilidad de mi cuerpo
-Si me mataste, pero digamos que tuve una oportunidad de redimirme - yo comencé a temblar porque no había forma de que ella estuviese frente a mí
-Déjame en paz olvida de una vez lo que pasó hace años y vete al infierno hacerle compañía a el imbécil de tu enfermero - ella soltó una carcajada un tanto sarcástica
-Pues estaba a punto de encontrar esa paz y si también pensé en buscar a Jamel, pero vi que él está mucho mejor sin mí - eso solo provocó que me riera en su cara lo cual pareció enfurecerla demasiado
-No me digas que tu enfermero se consiguió otra chica en el infierno y te abandonó - solo sentí mi mejilla arder por el impacto de su mano en ella
-Él encontró a alguien que si supo valorarlo y eso a mi me hace feliz - dijo ella con un tono más calmado - y si aún yo no me he ido es porque necesito verte muerto, quizás no merezca el cielo pero haré que te pudras conmigo en el infierno
Luego de eso caí inconsciente, cuando desperté estaba en mi casa creí que todo había sido un sueño, pero me percate que no era así cuando comencé a ver por todas partes a Sara.
No me dejaba tranquilo la veía en los espejos, en la calle, hasta en mis sueños, la imagine miles de veces envenenando mi comida por lo que dejé de comer, estaba totalmente paranoico.
*****
Una hora antes de atacar a Esther...
Estaba terminando de vomitar lo poco que había intentado comer al igual que los últimos días, camine hasta el lavabo y empape mi cara por completo.
Al subir la mirada pude ver que mi rostro estaba horrible ni siquiera yo podía reconocerme, tenia un aspecto con él que ninguna chica se me acercaría.
Al salir del baño la volví a ver sentada con una maldita risa en el rostro, si la seguía viendo juraría que no se como pero volvería a matarla.
-No te ves nada bien imbécil - dijo mientras caminaba hacia la ventana
-Ya lárgate, deja de seguirme no tienes nada mejor que hacer - ella negó con su cabeza
-¿Pues que hay mejor que ver al desgraciado que me mató, sufrir y debilitarse con cada segundo que pasa? - puso una mano en su mentón como si pensara una respuesta - no, no hay nada mejor que esto
Quería alejarme lo más posible de la maldita de Sara así que tome mis llaves y salí del lugar, cuando estaba a punto de bajar las escaleras pude ver a dos oficiales con el dueño del lugar así que me escondí para escuchar de que hablaban.
-Señor no queremos incomodarlo, pero necesitamos encontrar al joven Marco Arcelli - al escuchar mi nombre supe que esto debía ser por culpa de la estúpida de Esther - ya que no se ha presentado a los citatorios que se le han solicitado
Vi cuando el gerente tomó la copia de llaves de mi apartamento y guió a los oficiales hasta el ascensor, yo aproveche para salir del edificio lo más rápido que pude.
Sabía que debía vengarme así que me dirigí hasta la casa de la chica causante de mis problemas, ya llevaba casi quince minutos de camino cuando de repente vi su auto dirigirse en dirección al hospital.
La seguí a una distancia prudente para que no se percatarse de mi presencia, cuando halle la oportunidad no dude ni dos segundos en aprovecharla, ya estaba a punto de hacer mía a Esther, pero de pronto sentí que alguien me sostuvo de mi sudadera.
-En lo que resta de tu asquerosa vida no volverás a tocar a mi novia - era él, esto no era cierto, intente zafarme pero él golpeó mi rostro haciéndome caer al suelo
-Tu no puedes estar aquí, yo te mate deberías estar pudriéndote en el infierno junto con tu querida Sara - él me ignoro mientras se acercaba para abrazar a Esther
Eso me lleno de muchísima ira, él no iba a ignorarme de esa manera, así que intente agarrarlo desprevenido pero esquivó mi golpe, luego se levantó y me golpeó tan fuerte que mi oído comenzó a sangrar.
-Sólo te diré esto una vez, arruinaste mi vida y la de mi familia, aunque Sara cometió errores no merecía lo que le hiciste - dijo mientras apretaba mi cuello - no pude evitar ninguna de esas cosas, pero tenlo por seguro que no dejaré que le hagas daño a la chica que amo
-Y porque crees que te haré caso a ti maldito fantasma - dije sin poder evitar que una risa se escapara de mi interior - ya te mate una vez, no me molestaría volver hacerlo
-Yo no pienso ensuciarme las manos contigo, tu no lo vales pero ya estas advertido así que mejor vete - él me soltó y obviamente no me iba a quedar así
-No es necesario que tu ensucies tus manos Jamel, yo me puedo encargar de él - mire hacia un costado del oscuro pasillo y pude ver a Sara mirándome fijamente
-No, no me iré contigo maldita loca - corrí por el pasillo y estaba apunto de salir del hospital
-Te daré lo que te mereces Marco - sentí un golpe tras mi cabeza y me desmaye
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Mi Sexy Enfermero #daher2022
RomanceLa vida de Esther dio un giro inesperado, desde que terminó en esa sala de urgencias de un hospital en Francia. Nunca creyó que al entrar por esa puerta todo en lo que creía cambiaría para siempre... 🚩⚠️ Contenido +18 🚩⚠️ Temas sensibles