Aunque no lo crean me gustaba mi habitación, era sencilla como todas, pero tenía una ventana con la que era muy hermoso ver el amanecer.
Quería ver a Jamel, pero me dijo que vendría a verme en la noche, además me avisaron que me harían más exámenes para estar seguros que todo andaba bien conmigo.
- Bueno señorita Betancourt, ¿está lista para acompañarme a sus exámenes de rutina?- pues no me quedaba de otra
- Eso creo doctor - me pidieron sentarme en una silla de ruedas - ¿cree que los exámenes demoren mucho?
Depende si bajamos ya, estarás de regreso antes de las dos - cuando llegamos me realizaron infinidades de cosas, creo casi me duermo de lo cansada que estaba
No supe como, ni cuando, pero estaba subiendo a mi habitación en compañía del doctor, una siesta no me caería nada mal.
- Ya sabes Esther, si necesitas algo tocas el botón verde y vendremos a verte - el doctor parecía ser buena persona, debía tener unos cincuenta años quizá, pero tenía unos ojos que se me hacían muy familiares
- Gracias doctor, disculpe no se su nombre - el muy amable sonrió y me dijo
- Me llamo Dean Delacour, pero si quieres puedes decirme Dean solamente - esto no puede estar pasando, debe ser solo una coincidencia, quizás ese apellido lo tienen muchas personas aquí en Francia
- Gracias Dean, fue muy amable conmigo - el doctor salió de la habitación y yo solo podía pensar en que quizás sería familia de Jamel y si lo era entonces la vida era algo impredecible
Encendí la computadora para ver una película, si Pierre me la trajo para que no me aburriera, pensé que podría verla, pero de mi mente no salía la idea de lo que me había enterado, sería correcto preguntarle a Jamel si el señor Dean era su familiar.
Las enfermeras entraron para la hora de revisión, yo sinceramente estaba muy cansada así que cuando terminaron me recomendaron descansar un poco.
Abrí los ojos de repente y estaba en medio de un pasillo oscuro, solo había una lámpara que parecía que pronto se apagaría, no había nadie a mi alrededor, pero al fondo del pasillo pude ver nuevamente a la enfermera que había estado viendo en mis sueños.
Cuando trate de llegar al final del pasillo ya no estaba, pero en su lugar estaba una sombra masculina, primero pensé que era Jamel, pero comenzó acercarse y pude ver esa sonrisa que solo causaba horror en mi.
No lo dude ni un segundo y comencé a correr, no quería que me atrapara, sabía que si lo lograba me lastimaría.
- Muñeca no corras, igual serás mía - su maldita voz hacia eco por todo el hospital - no importa que hagas, nadie te salvará
Pude ver la salida del hospital, intente llegar, pero sentí un tirón en mi cabello muy fuerte, sabía que ya era tarde, mis ojos estaban llenos de lágrimas y estaba totalmente congelada, mientras que él me arrastraba de nuevo a la habitación.
No se de donde conseguí valor, pero lo golpee en su entrepierna, mis hermanos siempre me decían que un golpe en esa zona dejaría mal a cualquier hombre y efectivamente me soltó y corrí a la salida otra vez, a lo lejos pude ver a Jamel, él no podía entrar, pero necesitaba salir de aquí.
Lo primero que hice fue abrazarlo lo más fuerte que pudiese, él me recibió en sus brazos y rompí en llanto.
- Preciosa tu n'as plus à t'inquiéter, maintenant tu es en sécurité avec moi - sus palabras me calmaron, por que sí me sentía segura con él
Abrí los ojos asustada sin saber donde estaba, pero me percate que estaba en el hospital, ya era de noche pero Jamel no estaba, me levante para ir al baño, cuando estaba regresando a la cama vi sobre la mesita una bolsa con una nota afuera.
"Sé que la comida de aquí es un asco y le marque a tu amigo para que te trajera algo comestible, como siempre no puede faltar tu chocolate" - No pude evitar sonreír con eso
Dentro de la bolsa había un cartuchito con tres croissant de queso y jamón, eran mis favoritos, pero como Pierre sabía eso o Jamel si no recordaba a vérselos mencionado.
Además un capuchino de mi restaurante favorito y una barra de chocolate súper grande, definitivamente prefería esto que las comidas de los hospitales.
Comencé a comerme todo, estaba tan delicioso que tenia la boca llena, mi madre siempre me dijo que debía comer despacio, pero siempre le decía que con algo tan bueno ¿quién se resistía?
De repente la puerta de la habitación se abrió, haciéndome pasar la vergüenza más grande del día.
- Veo que te gustó la comida preciosa - tape mi cara con la almohada, como si con eso fuese posible, que él no viera lo que acababa de pasar - no tienes porque taparte es normal que tengas hambre, no habías comido bien estos últimos días.
- Sí, pero no tenias que verme con la boca llena - él solo negó con la cabeza y se acercó a la cama, dejando un beso corto en mis labios
- Para mi nunca dejaras de verte preciosa - durante el poco tiempo que conozco a Jamel, pude darme cuenta que ante todo era un caballero
No quería arruinar el momento, pero tampoco quería quedarme con la duda, así que decidí preguntarle.
- Jamel, ¿tú conoces al doctor Dean? - él me miró, pero parecía estar más concentrado en mis labios
- En este hospital hay casi seis doctores con ese nombre preciosa, ¿sabes como se apellida? - su mirada era tan hermosa que hipnotizaba
- Sí, se llama Dean Delacour - sus ojos se abrieron tanto, que sabía por su reacción, que sí lo conocía
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Mi Sexy Enfermero #daher2022
RomanceLa vida de Esther dio un giro inesperado, desde que terminó en esa sala de urgencias de un hospital en Francia. Nunca creyó que al entrar por esa puerta todo en lo que creía cambiaría para siempre... 🚩⚠️ Contenido +18 🚩⚠️ Temas sensibles