Capítulo 4: Comida Monegasca y un Bombón Alemán

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Una vez que llegamos al restaurante, nos dirigimos a una mesa cerca de un ventanal, decorada con apliques plateados y brillantes. Para nuestra sorpresa, el lugar estaba desierto, lo cual resultó beneficioso ya que no habíamos hecho ninguna reserva.

Desde que llegamos, no podía dejar de pensar en la joven chica que nos acompañaba, así como en su madre. Aunque las acababa de conocer, ambas parecían ser personas dulces y amables. Me intrigaba saber más sobre ellas, especialmente porque mi padre las trataba con tanta familiaridad, como si las conociera de toda la vida. Si bien mi padre había forjado muchas amistades a lo largo de su carrera, esta mujer me parecía conocida de alguna manera que aún no podía explicar.

Todo esto parecía surrealista: estar aquí, en Mónaco, disfrutando de este hermoso país con mi padre y compartiendo tiempo de calidad juntos. Durante gran parte de mi vida, él había estado viajando y dedicado a su trabajo. Cuando era más joven, solía acompañarlo en sus viajes, pero después de la muerte de mi madre, él hizo todo lo posible para protegerme de los fans malintencionados y, sobre todo, de la prensa que a menudo me acosaba. Como hija de un famoso campeón mundial, fue imposible escapar de la atención pública. Ahora, tanto en Argentina como en el resto del mundo, la gente seguía mi vida a través de las redes sociales. No me consideraba una "influencer", pero disfrutaba tomando fotos. A pesar de ello, mi vida social era limitada. Me costaba confiar en las personas, ya que siempre parecían acercarse a mí solo cuando necesitaban algo, y una vez que conseguían lo que querían, desaparecían. A partir de entonces, me volví muy selectiva en cuanto a las personas con las que me relacionaba.

Nos acomodamos en la mesa y el camarero se acercó para entregarnos el menú. Uno por uno, revisamos las opciones disponibles. Cuando llegó mi turno, mis ojos se posaron de inmediato en la sección de postres. No podía evitarlo, tenía debilidad por los dulces. Aun así, primero debía seleccionar mi plato principal. Examiné detenidamente las opciones del menú.

**Nobu Fairmont restaurant, Montecarlo, Mónaco – Menú**

**Nourriture nationale (Comida nacional):**

- *Stocafi* – Bacalao acompañado de una salsa de tomates que desprendía el uso de especias, vino y coñac. Servido con papas como guarnición.

- *Barbagium* – Empanadas fritas rellenas de queso brusso, calabaza, espinacas, puerro y arroz. Se sirven en porciones pequeñas, como bocados. La clave de su éxito radica en la combinación del suave y dulce sabor de la calabaza con el fuerte sabor del queso fermentado.

- *Socca* – Crepes o panqueques preparados con harina de garbanzos. Estos se cubren con mariscos, carnes o verduras, previamente cocidos en aceite de oliva.

- *Spaghetti a la Monegasca* – Este plato muestra claras influencias italianas, ya que la pasta clásica italiana se combina con una salsa tradicional del principado elaborada con aceitunas, tomates, anchoas y especias.

**Cave á vin (Bodega):**

- *Rutini* – Malbec de 1L.

- *Fraccsini* – Vino blanco de 1L.

- *Rumén* – Cognac de 500ml.

- *Chalsuá* – Vino tinto de 1L.

- *Ronaldi* – Vino tinto de 1L.

**Desserts (Postres):**

- *Macarons* – Galletas hechas con azúcar glas, azúcar, huevo y almendra. Disponibles en varios sabores, como naranja, chocolate, vainilla, limón y maracuyá.

- *Mont Blanc* – Una montaña hecha de merengue y castañas.

- *Gâteau Saint Honoré* – Tarta elaborada con profiteroles, crema, crema batida y caramelo.

Amor a la Alemana | Mick SchumacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora