Desperté bañada en sudor. Estaba sofocada. Me levanté de la cama y recorrí la habitación del hotel en el que me hospedaba. Abrí la ventana, notando al instante la suave y cálida brisa del Mediterráneo.
Miré el móvil: las ocho de la mañana, hora más que suficiente para bajar a desayunar al buffet.
Me cambié mi pijama rosa de encaje por un chándal básico. Luego planteaba ir al gym.
Bajé completamente desmaquillada y con una coleta improvisada en el ascensor. Total, sólo iba a disfrutar de mi delicioso café mañanero y mi clásica tostada de mermelada de fresa...
Me senté en la mesa más alejada de la humanidad, pues no me apetecía socializar en este momento. Disfruté de la costa de Ibiza desde la cristalera próxima a mí, tomando a sorbos mi cappuccino.
Abrí mis redes sociales solo para hechar un vistazo y recordé que esta noche era la gala de Top Gun, película que es protagonizada por mi padre: Tom Cruise, y yo debía asistir a la fiesta.
¿Me apetecía ir? No, ni siquiera me gustan esas fiestas. ¿Debía ir? Si, es mi padre y además adoro Top Gun.
Tras unas horas, salí de la ducha tras quitarme el sudor que producen dos horas de cardio.
Oí varios golpes en mi puerta. Sabía quien era, así que abrí sin problemas.
-Hola Cami- saludó mi padre pasando a la habitación.
-Acabo de salir de la ducha. ¿Vamos bien de hora?- pregunté.
-Si, tranquila. Venía a comentarte una oferta que me han ofrecido para tí, y sé que te va a encantar.
-Suéltalo- le miré sonriendo.
-La FIA ha contactado conmigo debido a que no cogías el teléfono- rió- Te han ofrecido ser la imagen de la temporada 2022 de Fórmula 1. ¿Qué te parece?
-¿Y qué debo hacer?- pregunté asombrada.
-Viajar por el mundo con la Federación y las escuderías, presentar los grandes premios... Tonterías de esas, pero estarás en todas y cada una de las carreras.
-¡Creo que ya sabes mi respuesta!- grité entusiasmada.
-Bien, pues déjame hablar con la gente de la FIA. Hoy en la gala estarán muchos de los pilotos y autoridades del mundo de la Fórmula 1. Tienes que dar una buena imagen, así que aquí tienes un pequeño regalo.
-Papá no hace falta...- me callé callé cuanto vi la maravilla de vestido que había dentro de la caja.
Un vestido largo, pero ajustado de tronco y abierto en la espalda. Tenía un color dorado mercado con colores beige.
-Acéptalo, Camille. Solo es un vestido- se dio la vuelta para irse.
-Papá, esto es demasiado. Debe de costar una fortuna.
-Cami, cariño. Me puedo permitir gastarme ese dinero en un vestido para mi niña. Ahora, deslumbra con él esta noche y tendrás a todos ganados. Quien sabe, quizás llames la atención de algún piloto.
-¡Papá!- le regañé. Él se fue entre risas, cerrando la puerta tras su paso.
Me puse el bikini para subir a la piscina de la azotea. Me subí al ascensor.
El hotel en el que me hospedaba era bastante caro, así que no había muchos niños dando vueltas.
Llegué a la planta más alta y solo vi a un grupo de chicos en la otra punta del césped, junto con un montón de hamacas.
Tiré mis cosas en una y silencié mi móvil. Me acerqué al borde de la piscina.
En ese momento, sentí como alguien me empujaba hacia el agua y noté como mi cuerpo entraba en contacto con ella. Me giré y vi a un chaval que no conocía de nada.
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//𝔹𝔸𝕊ℍ𝔼ℝ𝕋𝔼// F1 Drivers
Fanfiction𝙱𝚊𝚜𝚑𝚎𝚛𝚝𝚎: 𝚊𝚕𝚖𝚊 𝚐𝚎𝚖𝚎𝚕𝚊 𝚍𝚒𝚟𝚒𝚗𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊. __________________________________________________________ Camille Cruise siempre lo ha tenido todo: belleza, dinero y fama. Hija del famoso actor Tom Cruise y...